Follar en una comunidad rural
Este relato es una mas de mis aventuras que pasé mientras estuve en una comunidad/rancheria haciendo servicios como auxiliar en una clínica, ya he subido 2 más acerca de esto por si gustan leerlo.
Los que ya me han leído sabrán mi descripción física, soy una chica delgada, alta 1.71 morena clara, un poco bronceada, cabello un poco ondulado, tetas pequeñas y culito pequeño pero paradito, con una nalguitas muy notables.
INICIO.
Cuando llegué a esa comunidad una familia me abrió las puertas de su casa para darme un cuarto, eso para evitar que estuviera viajando del diario, así que acepté, dicha familia está conformada por el matrimonio, de al rededor de 40 años y su hijo Eduardo de 20 años delgado y alto.
En muchas ocasiones noté que me quedaba viendo mucho, incluso lo sorprendía viendome las nalgas, pero eso lejos de molestarme me gustaba. En las noches realizaba mi juego de provocación, ya que muchas veces sus papás salían a cuidar a un familiar y nos quedábamos solos, mi juego consistía en salir de mi cuarto para tomar agua, pero únicamente llevaba puesto mi ropa de dormir, bluson que me llegaba a mitad de muslos, un cachetero y no usaba sostén, solo que para que mi cachetero luciera, me quitaba el bluson y me dejaba una blusita corta, con la finalidad de que pudiera ver mis nalguitas. Él se limitaba a decirme cosas, únicamente veía como movía mis cadenas, yo únicamente le sonreía.Todo eso lo hacía las pocas veces que nos quedábamos a sola.
Una noche que sus papás salieron, eran al rededor de las 8:00pm busqué mi ropa y me metí al baño para darme una ducha.
El baño estaba conformado por un cuarto rectangular el cual se dividía en 2 con una pared en medio, del lado izquierdo era el baño donde estaba la taza y del lado derecho únicamente habían cubetas con agua para bañarte, cabe mencionar que los cuartos eran pequeños y estaban echos de Block sin repellar, eso hacía que en la pared hubieran pequeños hoyos, para ser exacta, la pared que conectaba al baño de a lado, espero hayan entendido.
Entré al baño donde estaban las cubetas y comencé a quitarme la ropa, cuando escuché el sonido que hace la puerta cuando se abre, sabía perfectamente lo que estaba pasando, pero dejé que disfrutará un poco del momento. Estando completamente desnuda comencé a bañarme, mojando todo mi cuerpo, sabía que del otro lado estaba Eduardo espiandome por ese pequeño orificio, sabía que estaba disfrutando la vista de mis tetas mojadas, solo eso ya que por la ubicación del orificio se le hacía imposible ver más abajo. Cuando estaba por terminar mi baño, escuché nuevamente la puerta, supuse que ya había salido. Me terminé de sacar y me coloqué la toalla tapandome de modo que se pudiera ver el nacimiento de mis nalgas, salí del baño en dirección a mi cuarto, mi sorpresa fue que adentro se encontraba Eduardo, tenía en sus manos mi pequeño calzoncito color negro.
Eduardo: Esto que usas está un poco pequeño para ti, ¿no crees?
Sam: Jajaja así lucen mejor ¿te gustan?
Eduardo: Claro, las que usas en las noches te hacen ver bien sexy
Sam: Gracias. – dije sonriendole. – Y supongo que también te gustó lo que viste en el baño.
Eduardo: ¿Tú que crees? – dijo sobandose la verga con mi interior por encima de su short. – Mejor si me muestras un poco más.
Dicho eso me acerqué a él y lo empuje para que quedara sentado en la cama, me puse frente a él y me di la vuelta para que pudiera ver mis nalgas, él me tomó de la cintura y me sentó encima de su verga dándole la espalda, en seguida comencé a moverme de un lado a otro para sentir ese miembro.
Sam: ¿Así te gusta?
Eduardo: Si, que rico se siente.
Me puse de pie y me di la vuelta para quedar de frente a él, ahora deslice la toalla un poco hacía abajo para que mis pechos quedaran a la vista de él, comencé a tocarlos y a jugar con mis pezones mientras lo veía a los ojos, por su parte él introdujo su mano en su short para tocarse.
Eduardo: Que buenas tetas tienes, Sam.
Sam: Gracias. – dije sonriendole y dándole la espalda – También te gusta eso he.
Eduardo: Si, tienes unas nalgas muy ricas.
Había sido una semana muy dura, y un poco de desestrés no me caería nada mal, así que me acerqué a él y me puse de rodillas junto a la cama donde estaba sentado.
Sam: Veamos que tenemos aquí. – dije deslizando su short y su bóxer hacía abajo. – Wow al parecer si te gustó lo que acabas de ver.
Salió su verga la cual no era tan grande, al menos unos 15 cms pero si era gruesa y sus venas resaltaban, además era color café oscuro. Escupí en mi mano derecha un poco de saliva, y la comencé a esparcir por toda su verga, para después comenzar a moverla de arriba hacia abajo.
Sam: ¿Te gusta esto he? – dije con una mirada provocadora.
Eduardo: Uff si, se siente tan bien.
Nuevamente escupi, pero esta vez directamente a su verga, seguía masturbandolo con una velocidad un poco más rápida, mientras él con su mano bajaba a mis tetas para manosearlas y jugar con mis pezones, los cuales estaban más duros por la excitación.
Sam: Aay si, mmmm que rico.
Me acerqué a su verga y deslice mi lengua desde abajo asta arriba, recorriendo lo poco larga que estaba, llegué a la puntita y me la metí a la boca, comencé a chuparla poco a poco, me le metí toda a la boca y seguí chupandola, comencé con mis movimientos de cabeceo y poco a poco iba haciéndolo más rápido.
Eduardo: Mmmm que ricoo se siente eso, que rico la chupas Sam.
Sam: Mmmmgh aghh aghm
Colocó sus manos en mi cabeza y la hundió en su verga, de modo que entrara por completo a mi boquita.
Eduardo: Eso es, al fondo aaaaah.
Sam: Aghh mmmm que rica verga tienes.
Eduardo: Ven acá Sam.
Me subió encima de él, de modo que me sentará sobre su verga, comenzó a manosear y chuparme mis tetas, yo únicamente cerré mis ojos y me concentré en su lengua recorrer mis pezones.
Sam: Aay si, que rico sigue así.
Bajé mi mano en busca de su verga, la cual la coloque en la entrada de mi vagina, y poco a poco la fui metiendo.
Sam: Aay que rico se siente.
Senti como su verga me iba abriendo, sentía como abría paso con forme entraba, una vez que estaba dentro toda, comencé a moverme de un lado a otro, adelante hacia atrás y viceversa.
Sam: Mmmm uff que rica estás aaay siii.
Eduardo: Tú estás rica y te mueves tan rico, sigue asi aaaaa que rico, si brinca, brinca siii.
Comencé a moverme mis caderas de arriba hacia abajo, sentía su verga entrar y salir, sentía tan rico.
Sam: Aay si ay ay ay aaay siii aaay.
Eduardo me colocó acostada boca arriba y él se puso de pie a la orilla de la cama, me abrió las piernas y comenzó a penetrarme nuevamente, lentamente en lo que entraba su verga, me tomó de las piernas y comenzó con sus movimientos de mete y saca.
Sam: aaay sii que ricooo sii aay aay aay aay siii.
Eduardo: Aaa que rica te ves Sam, ¿te gusta así.
Sam: Aay sii dame más más más aaay que ricoo si me gusta siii aaay.
Eduardo: ¿Te gusta como te cojo?
Sam: Aaay sii me gusta como me estás cogiendo, que ricooo siii.
Eduardo: aay sii, ven acá Sam.
Después me tomó de mis brazos y me dirigió a la orilla de la cama, me coloqué de rodillas sobre el piso y comencé a masturbarlo a toda velocidad.
Sam: ¿Estás listo? ¿Te vas a venir? ¿Me vas a dar mi premio, papi?
Eduardo: Sii, ¿donde la quieres Sam?
Sam: Damela en mi boca, la quiero en mi boca Papi.
Eduardo: Sii Aaay aay aaaay ufff Aaaaah.
Seguía masturbandolo, abrí mi boca y saque mi lengua para que entrara ahí, derrepente sentí sus descargas en mi carita, su semen comenzó a caer en mis mejillas, mis labios y mi boca.
Eduardo: Aaaaaah siii que rico Sam
Sam: Mmm que rico. – Dije metiendo su verga a mi boca para limpiarla. – Mmm agh agh aghh mmm Aaaah que rico estuvo eso.
Eduardo: Si, que rica estás, ahora entiendo porque todos del pueblo quieren cogerte.
Sam: Jajaja si, eso lo sé.
Tomé nuevamente mi toalla y me dirigí al baño para lavarme, no sin antes recibir una fuerte nalgada de Eduardo:
Sam: Aaay jajajaja.
Me lave la cara y regresé a mi cuarto, Eduardo ya estaba en el suyo, así que me puse mi ropa y me acosté para dormir.