La deliciosa polla del peluquero

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Aquella tarde del miércoles había trabajado hasta tarde, y le pedí a mi pulquero cortarme el pelo hacia las 15:45 de la tarde, él me dijo que imposible que hasta las 21:45 no tendría hueco seguro y que si quería tenía que ser a esa hora. La peluquería me quedaba más cerca del curro así que acepte, y no me veía con fuerzas de volver a mi casa. Llegué algo tarde, y él ya estaba como siempre, en shorts negros casi pegados a la piel y una camiseta de manga corta negra, calcetines blancos altos y unas playeras negras. Sentado en el sofá, viendo la tele y mirando el móvil, despatarrado entero. Yo lo saludé sin mucha energía y me fui a al sillón que tiene para hacer los cortes de pelo. En la pelu por suerte no tenía que pedir permiso, me sentía como si estuviera en mi propia casa.

Al sentarme en la silla mire al espejo y me quedé embobado viendo el reflejo de aquel macho alfa que estaba en el sofá mostrando su cuerpo bonito y escultural. La verdad que me encantaba estar con él, mirarle cuando no se daba cuenta y recorrer cada centímetro de su cuerpo con los ojos. Él sabía que yo era gay, pero no le importaba, éramos muy buenos amigos. Esa noche me fije que estaba depilado entero y eso me producía mucha excitación, dado que la ropa que llevaba, no dejaba nada a la imaginación. Y es que tener a un chico de 1,90 cm de alto, moreno, de ojos verdes, mirada de deparador, unos labios carnosos y bonitos, un cuello potente, unos pectorales bien definidos un abdomen con una tableta para lamer y no cesar, unas nalgas bien grandes y duras, unas piernas potentes grandes y musculosas por jugar al futbol, eso podía con cualquier ser humano, me iba fijando que se le movía todo el aparato cada vez que se movía y eso daba lugar a pensar que debajo de los shorts no llevaba nada, haciendo que sintiera una excitación desde el estómago hasta las orejas cada vez que eso pasaba. Él cada vez estaba más cerca, y cada vez se movía más veces por mi alrededor cosa que me ponía malo.

Me dijo que me iba a humedecer el pelo y comenzó a tocarlo sin mucho reparo. Me puse nervioso pero intenté disimularlo todo lo que pude. A parte de tener que disimular que ya tenía una erección de caballo. Al cabo de un rato ya comenzó a hacer el degradado. Él siempre ha tenido mucha manía de hacerme comentarios chorras y obscenos para picarnos, Ander: “Qué pasa marica que ya estás tan perro que no me puedes quitar los ojos del rabo o qué?”.

Eso siempre me ha dado envidia, a mi me cuesta mucho decir esas cosas y hablar de eso en público, sobre todo si no estoy en mi terreno de confort, o si tengo a un hombre atractivo en shorts al lado. La luz de los alójenos hacía que pareciese un ángel, y podía ver perfectamente su cuerpo, Yo me puse rojo como un tomate y baje la mirada, él se percató del tema y me dijo que no pasaba nada. Me parecía muy atractivo, ver cómo me provocaba, con su mirada penetrante o mordiéndose el labio de abajo.

Me fijé mientras le veía por el espejo, como su paquete empezaba a crecer, estaba excitado! Eso me aceleró el corazón, y presté más atención a cada movimiento involuntario de su cuerpo. Efectivamente, estaba excitándose, y su polla, cada vez más dura, empezaba a asomar por la parte superior del short. Y eso me ponía cada vez más nervioso y cachondo.

Vi que cogía sus llaves y cerraba la puerta de la peluquería, se dio la vuelta y me sonrió con malicia. En qué pensará? quizás en su ex? Con alguna tía de tinder? Su glande ya estaba totalmente fuera de su ropa interior, y una gota perlaba la punta, chorreando líquido hacia su abdomen. Yo no pude evitarlo y acerqué me coloque de rodillas y con la boca abierta para recoger su néctar, y me lo llevé a la boca. Al instante era yo el que tenía una erección intentando escapar de mis slips, solamente al notar el sabor de esa gota. Me bajé mi ropa interior, liberando mi excitación, y no pude evitar acercar mi cara a su glande, no se si debí hacerlo, pero mi lengua pensó por sí misma.

Acerqué mi boca a ese glande húmedo y mi lengua recorrió toda su polla desde los huevos hasta la punta, recogiendo esa humedad fruto de su excitación. Vi que gemía, totalmente con los ojos cerrados, y su cadera se abalanzaba hacia mi boca. Quería más. Fuese lo que fuese lo que se imaginaba, deseaba el contacto de mi boca en su polla. Sin dudarlo, bajé con rapidez su short, dejando al descubierto sus huevos y su polla, ahora totalmente libres, que se alzaba delante de mi cara como un mástil a punto de ser engullido por el mar. Y al contemplarla no pude evitar agarrarla, con la boca y notar todo el calor que transmitía, y meterla en mi boca completa. Empecé a darle una mamada muy suave, lenta, esperando que no se corriese al instante. Yo entre en duda de si él era consciente de que se la estaba comiendo un chico? Quizás era hatero curioso o bi en el armario como se dice ahora? Pero lo que me sorprendía es que dejara que se la comiese yo el gay más gay del pueblo le coma la polla sin consecuencias ninguna?

En ese momento solo quería poner mi mente en blanco y seguir con eso, solamente estaba disfrutando de tener en mi boca aquel pollon de mi peluquero, que me ponía a mil, que deseaba desde hacía tantos años, y era toda mía, dejaba que me llenara completamente, tragando al máximo, hasta dejar mi nariz en su abdomen y sus huevos chocasen en mi barbilla, notando como me ahogaba, para luego subir una y otra vez, mojando todo el tronco y lamiéndolo luego. Me entretuve en cada vena, cada pliegue, a cada palpitación de su miembro me esperaba, a que volviese a rozarlo, para seguir mamando. Me sentía como un niño al que le habían dado una piruleta y le han dicho hasta que no termines de comértela bien no sales, estaba haciendo algo prohibido, algo muy íntimo, con la persona en la que se había fijado medio pueblo, porque tenía a todas las tías detrás y algún que otro tío, pero a la vez un secreto que me llevaría a la tumba y no podría decirle jamás. No podía poner en peligro una amistad por un momento de lujuria. Pero mi calentón era más fuerte que mi conciencia, y seguí mi mamada, mientras una de mis manos bajaba a mi polla, ahora totalmente empapada por mi calentón.

Después de un rato me levanto en brazos, y me llevó hasta el sofá donde él estaba sentado cuando yo entré allí, mientras me llevaba de las silla hasta el sofá su polla rozaba la entrada de mi ano y eso me ponía mucho, comencé a comerle la boca inconscientemente, y el gemía y gemía, cuando llegamos al sofá me apoyo en el suelo y se sentó en el sofá se despatarró y me llevo la cara hacia él, me escupió en la boca y me dijo que siguiera mamando su polla, yo obedecí apoye una mano en su polla y la otra fue recorriendo su cuerpo junto a mi boca, primero por el cuello, luego los pezones, los mordía y los chupaba ahí me entretuve un rato, gozando de esos peñones duros que le producían gemidos y gritar mi nombre. Eso me ponía muy perrada, Baje hasta su miembro fálico y se la comí de golpe, el abrió los ojos como platos y me agarró la cabeza fallándome la boca con énfasis.

Ander: “Joder como la comes cariño, me encanta, sigue, trágate la manguera de papi que si te `portas bien luego papi te dará recompensa”.

Yo estaba ya con la mandíbula dolorida de los pollazos que me estaba dado, y con los ojos vidriosos, el me soltó la cabeza y le comencé a lamer los huevos, primero uno, lo succionaba, lo metía en la boca y luego lo soltaba, y de igual manera hacia con el otro, hasta que me agarró del cuello y me los metió los dos a la vez, yo los lamia y le miraba gimiendo como una perra. Me liberó y los siguiente que le dije fue:

– Yo: Quiero que me folles como a una puta perra y una furcia barata, quiero cabalgarte, morder cojín, y que me la metas tumbados de lado hasta que me hagas sudar y gritar como a una puta.

– Ander: Si mi puta quiere que la folle de esa manera lo haré, eres el mejor come pollas que me he encontrado en mi vida hasta día de hoy. Y eso que me he follado a tías, pero es que tu cariño las superas a todas, esa boquita hace milagros. Te voy a reventar follando hoy.

Nada más decir eso, me agarró y me puso de rodias encima del sofá, me azotó en las nalgas hasta dejarlas rajitas, comenzó abriendo los cachetes y noté una sensación húmeda en la entrada de mi orificio, aquello me hizo estallar en gemidos.

– Yo: Sí joder, sigue así, como se nota que ya has hecho esto mil veces, joder que manejo de la lengua, Ahhh sí Ander sigueeee jodeeer, sigueeee!!

Casi me corro del gusto que me daba que ese macho me estuviese comiendo el culo con aquella profesionalidad, yo me agarraba a lo que podía mientras gritaba, y sabía que eso a él lo excitaba, me daba cachetes en las nalgas mientras seguía…

– Ander: Joder que culo tienes marica, lo voy a reventar hoy, te voy a dejar el ojete como la bandera de Japón, te gusta que el papi te este dado duro eh?? Te gusta putita??

– Yo: Si joder métemela ya necesito que me taladres el agujero, quiero sentirte dentro.

Me agarró de las nalgas y me sentó encima de su polla, comencé a cabalgarlo a pelo, sentía cada vena, cada roce de la piel de su polla perforando mi agujero, le agarré del cuello y comencé con un ritmo rápido. Su cara era un espectáculo de puro placer, eso hacía que yo gimiese como una perra y gritara su nombre.

– Yo: Sí joder Ander ahhhh sigue, no pares de metérmela hasta el fondo… no pares tío , dame fuerte, Ander me hizo caso y me embistió con más potencia los dos suspiraba más locamente, jadeábamos como locos , me dio la vuelta y puso a cuatro patas, me azotó, me agarró del pelo y me comenzó a follar por detrás, él me azotaba, me mordía la oreja y me decía cosas sucias al oído.

– Ander: Te voy a reventar a pollazos ese culo de puta marica que tienes, te voy a partir en dos y luego te voy a meter una preñada que vas a flipar.

Cambiamos de postura después de 15 minutos, Ander me agarro las piernas y las puso sobre sus hombros, se tumbo sobre mi pecho y los dos nos movíamos buscando la mayor penetración, mientras ambos nos besábamos y tocábamos, nuestro sudor hacía que nuestros cuerpos resbalaran y nuestra respiración hacía que nuestros besos fueran más cortos, luego me tumbo reclinado de lado y se tumbó él detrás de mí, me la metió de golpe y con la mano izquierda me tapaba la boca mientras con la otra me agarraba del cuello, note que Ander se tensaba, que gemía más rápido, agarre sus nalgas fuerte y las apreté a mi cuerpo y entendió que quería que vaciará dentro de mí, así que no tardó mucho en correrse y yo noté como su leche corría por mi interior, como su semen calentaba mis entrañas entre jadeos, gemidos, besos y caricias…..joder….joder…..ahhhhh, ahhhhhh, ummmm que rico Ilyha que buen culo , ummmmm te quiero tío te quiero joder…..ummmmm, sus lágrimas de sudor brotaron y las mías también , se quedo abrazoado y cansado sobre mí, abrazados todavía con su polla dentro de mis entrañas, seguimos besándonos, acariciándonos y sobándonos, Yo todavía tenía ganas de sacar la leche que llevaba dentro así que se levantó se puso de rodillas y me comenzó a hacer la mejor mamada de mi vida, ummmm, ummmm, sigió lamiéndolo hasta que decidió empezar a chuparme la polla y tragarse poco a poco aquel mástil duro y venoso, levanté los brazos en alto en posición de hazme lo que quieras y dejándole ver esos preciosos sobacos peludos y sudados.

Siguió con su tremenda mamada mientras yo ya gemía sin disimular, ummmm, ummmm, oh diosssss, ohhhh, ummmm, que rico lo haces, me gustaba verlo complacido , quería que disfrutara tremendamente, su mano pajeaba mi polla al mismo ritmo que su boca metía y sacaba mi polla, Ander solo atinaba a decir: ohhhhh, dios que bueno, su boca acariciaba mi polla y yo sentía un tremendo hormigueo de placer , ummmm, ummmm, te gusta, di, di me decía, comencé a temblar y a convulsionar el sabía que eso era el aviso de que me iba a correr, y se la sacó de la boca la dejo abierta, de mi polla salieron seis trallazos de leche, uno quedo en su cara otro en los ojos y los cuatro siguientes pararon en su boca, se levantó se volvió a tumbar detrás de mi y nos besamos lenta y apasionadamente hasta sin saber cómo los dos nos quedamos dormidos uno abrazado al otro.

Espero que os guste os trere más de ésta historia.