La primera verga en la oficina del profesor

Hola a todos, comenzaré describiendome en caso no hallan leído mis relatos anteriores. Soy una travesti de closet de Peru. Soy de piel blanca, baja estatura de 160cm, cabello y ojos oscuros. Mis rasgos femeninos, piel delicada, labios carnosos y buenas caderas es lo que más atrae a los hombres desde que estuve en la escuela.

Fue en la escuela donde descubrí una parte importante de mí persona que definiría quie soy ahora.

Como en muchos colegios de varones, había muchos tipos de estudiantes como los sabelotodo, los comediantes, los deportistas, los antisociales y las maricas.

En esos días era el típico chico que sacaba las mejores calificaciones y eso hacía que muchos chicos pasaran por alto lo afeminado que podía ser algunas veces. Eso solo lo hacian con tal de que les ayude con las tareas y los exámenes.

Mi amigo Antonio, apodado «la toña», no tuvo tanta suerte, y los bravucones del aula lo trataban de mariconear todo el tiempo.

Por suerte en ese grupo teníamos un amigo que nos defendía si nos molestaban mucho, y por eso llegaron a nombrarlo «el marido» de mi amigo toñito.

Los hechos que marcaron mi etapa escolar se remonta un año antes de terminar el colegio, mi cuarto año de secundaria.

Ese cuarto año, teníamos el curso de educación física o deportiva como es conocido en otros lugares. El uniforme usual es un pantalón de buzo y una remera blanca, y dependiendo del deporte podiamos usar un short azul.

Siempre me compraban un buzo y short nuevo pero esta vez mi mamá decidió que ya no era necesario porque había comprado una talla más grande pero no se dió cuenta que el short casi me llegaba a medio muslo, pero aun así no le pareció importante.

Me dí cuenta del problema la primera vez que usé mi short. En el bus comencé a sentir que los hombres se arrimaban mucho e incluso intentaron penetrarme pero eso lo contaré en otra oportunidad.

Cuando caminaba por las calles, había obras y los albañiles me silbaban como si fuera mujer, algunos halagaban mis blancas y tersas piernas. Todavía recuerdo las veces que me agachaba para amarrar mis zapatillas y los albañiles se enloquecían, mandaban besos, piropos de todo tipo y algunos creo que se agarraban el bulto en su entrepierna.

Pero fue en el colegio que comenzaron a molestarme cuando notaron la figura femenina que se remarcaba con el short ademas de mis buenas piernas. Los días que tocaba deporte siempre me fastidiaban, tenía «maridos» por todos lados. La metida de mano nunca faltaba. Si estaba apoyado en la carpeta explicando algo a un amigo del salón, nunca faltaba alguien que sorpresivamente me cogia de la cintura y me arrimaba su bulto. A veces incluso me comparaban con mi amigo toñito para saber quien era la mas culona.

Por suerte cuanda estaba con el uniforme normal se olvidaban y me dejaban en paz. Sin embargo estas nuevas experiencias mi hicieron recordar la vez que vesti de niña con mis primas y entonces quisé saber como me vería de chica de nuevo y comencé a hurgar en los roperos de mis primas cuando no estaban para probarme sus prendas.

Poco a poco quería saber que se sentía ser tratada como una chica y aunque tenia algunas revistas porno que ayudaban, quería saber si era rico ser penetrada, si esas vergas son tan deliciosas como reflejaban los rostros de las actrices.

Asi comencé a tener fantasías con mis compañeros de aula que me molestaban y a la vez exploraba mi orificio anal con mis dedos o marcadores pensando que ellos me penetraban. Muchas veces no podia encararlos porque recordaba las fantasias que tenia con ellos.

Terminé mi cuarto año de secundaria descubriendo una parte desconocida de mí pero en quinto año descubriría el sexo.

En quinto año como siempre teníamos que usar el mismo uniforme, y esta vez mi mamá ignoró lo cortó que estaba mi short diciendo que era el último año que iba a usarlo.

La verdad no me importó, ademas quería saber que provocaría ahora que mi shorcito llegaba apenas debajo de mis nalgas.

En el bus como siempre nunca faltaba alguien frotando su verga entre mis nalgas.

Camino al colegio trataba de buscar alguna obra, para provocar a los albañiles. Esta vez sus halagos tenian más tonos sexuales especialmente cuando me agachaba mostrando algo de mi colita.

En el colegio me seguían fastidiando pero no noté ninguna diferencia con el año anterior. Yo seguía ayudandoles con sus tareas al que me lo pedía.

Lo que fue diferente es que ahora tenía la atención especial de mi profesor de educación física, mi profe Goyo. El era muy alto, fornido, de piel morena y unas pocas canas, y hasta donde sabia era casado.

Aunque las primera clases fueron muy normales, pronto notó como los chicos me trataban. De un momento a otro cuando había ejercicios siempre le ayudaba con las demostraciones y sus manos tocaban mas de lo que debía.

Ese año tambien me di cuenta de la realidad de mi cuerpo femenino cuando tuvimos clases de natación. En esas ocasiones teniamos que ducharnos antes de entrar a la piscina.

Los chicos se paseaban todos desnudos. Yo no queria desvestirme frente a ellos porque me di cuenta lo diferente que era mi cuerpo menudo y lampiño de sus cuerpos masculinos. Sus vergas incluso eran mucho mas grandes que la mia.

Tambien no queria hacerlo porque ví como comenzaban a molestar a mi amigo toñito, dandole nalgadas o rozando sus vergas sobre su cola.

El profesor tambien se desnudo para ducharse y mostro toda su virilidad y su cuerpo musculado que me recordaba a los actores porno.

Yo seguia esperando a que se fueran casi todos para darme una ducha rápida pero el profe me dijo que me apure porque la piscina era alquilada. No me quedo mas remedio que desvestirme y mostrarles mi cuerpo. Cuando me metí en las duchas comenzaron a fastdiarme diciendome que estaba muy buena, que tenia un rico culo, algunos querian preñarme y todos tipo de cosas que el profesor escuchó por un momento antes de decirle que paren y vayan a la pisicina.

Al rato el profesor estaba llamando para que salieran los que faltaban. Cuando salí pude notar de reojo que el profe tenia una erección debajo de su bañador.

Luego que salió el profesor, comenzó a dar indicaciones y como siempre le ayudé en las demostraciones. Esta vez pude sentir su erección tocando mi cuepo.

Asi tuve que soportarlos un par de clases. En una de las ocasiones, uno de los bravucones estaban tan caliente que se acercó con su verga erecta mientras me duchaba, y comenzó a abrazarme sobando su verga. Lo empujaba para que se aleje pero parecía que queria penetrarme. Por suerte el profesor Goyo preguntó que pasaba y el bravucón se alejó. Esa fue la vez que mas cerca estuve de tener sexo con un compañero de mi clase y era uno con los que tenía fantasías calientes.

Luego de esa experiencia en la pisicina mi vida siguió como antes pero ahora que ví la virilidad de mi profe Goyo se encendió mi deseo y siempre fantaseaba siendo su hembra.

Ya quedaban un par de meses para terminar el año y parecia que no había ningún problema excepto por educación física que era un curso que siempre pasaba a las justas.

Esta vez la tuve más difícil porque el profe Goyo me desaprobó un par de exámenes.

No me quedo otra salida que hablar con el profesor y preguntarle si podía ayudarme. Eso fue algo difícil porque era bien tímido y sumiso a diferencia de mis compañeros que estaban en su etapa rebelde.

Luego de entrar a la oficina con muchos nervios le pedí que me ayude con mis notas. El comenzó diciendo que mi buena conducta podia darme puntos pero no era suficiente. El profesor sabía exactamente que quería conmigo y siendo muy viril, de gestos militares no se anduvo con rodeos. Aparte sabia que era muy obediente con todos los profesores.

Sin dudar un segundo puso el pestillo a la puerta, y luego se sentó en el mueble se quitó el buzo y el boxer y me dejó ver su enorme erección.

Yo me quede viendo su verga y recordé las fantasías que tenía con el profe Goyo y por un momento me olvidé de mis notas.

El profe me tenía en sus manos y entonces me pidió que me acerque para luego pedirme que acaricié su verga. Nunca pensé hacer realidad mi fantasía con alguien tan viril como mi profesor Goyo. Pude tocar su caliente verga con mis pequeñas y delicadas manos. Necesitaba mis dos manos para cubrir su verga asi que el tamaño no pasaría los 18 cm. El me pidió luego que la metiera en la boca y haciendo la letra o con mis labios comencé a mamarla lentamente para no morder porque era mi primera vez. Mientras mamaba su verga me decia muchas cosas

—Que rico chupas Alexis

—Sigue Alexis, sigue bonita, la chupas bien

—Que bien chupas putita

Su verga se sentía bien en mi boca. Me gustaba ese calor y la dureza de su verga hasta que luego de varios minutos succionando, empecé a sentir sus cadera moviendose bruscamente.

Antes de expulsar su semen, saco su verga de mi boca, y me baño la cara de semen y unas gotas cayeron sobre mi remera. Luego de finalizar el profe Goyo me indicó el baño donde podía asearme.

Al salir del baño el profe estaba vestido sentado en su escritorio y me dijo que para subir mi nota debiamos hacer lo mismo todas las semanas.

Entonces me retiré de la oficina con mi polo manchado con gotas de su semen. Esa remera tuve que seguir usándolo pero ahora tendría unas manchas amarillas como recuerdo de la primera vez que probé la verga de mi profe Goyo.

Asi seguí visitando al profesor en su oficina para chuparle la verga, aunque siempre iba mentalizado sabiendo que podía tomar mi virginidad anal en cualquier momento.

Después de casi un mes, queria saber que pensaba el profe si me ponia una de las tangas de mi prima. Entonces saque una de las tangas y un labial de mi prima que nunca devolví y mi prima nunca se enteró como se perdieron.

En una de nuestra sesiones le pedi su baño y me cambié. Sali del baño con la tanga de mi prima y con labial. El profesor se excitó mucho al verme y se mordía el labio y comenzaba a masturbarse.

Esta vez el profesor me pidio que me de unas vueltas y modele la tanga. El profesor me decia que me veia hermosa y que me quedaba muy bien. Me preguntó si sabia bailar y le dije que podía intentarlo.

Hice un especie de lap dance a mi estilo, agachándome, motrándole la cola, frotando su verga en medio de mis nalgas, quitándome la remera. Termine casi desnuda con solo la tanga, sentada sobre el profe Goyo.

El profe Goyo no pude resistir mas la tentación y comenzó a besarme y luego a succionar mis tetitas. Eso me calentó mucho y comencé a frotar mis nalgas con su verga.

Sus manos comenzaron a masajear mi trasero y empeze a sentir que sus dedos hacian a un lado mi tanga para hurgar mi hoyito apretadito.

Yo tambien me habia entregado al placer y comencé a pedirle verga al profe Goyo

—Quiero proar su rica verga

—Deme verga profe

El profe volvió a tomar control y me pidió que chupe su verga. Ese encuentro tampoco pude sentir su verga dentro mio y solo terminé bañada en el semen del profe.

Aunque ahora nuestros encuentros eran mas excitantes porque iba con mi tanguita y lo excitaba con mis bailes, jamas intento penetrarme analmente. Solo se conformó con mis mamadas de verga.

Lo más cerca que estuve de una penetración anal fue durante los bailes en los que me bajaba un poco la tanga y ponia el glande de mi profe en la entrada de mi orificio anal. El profe Goyo entonces me paraba con sus manos cuando me empezaba a sentar sobre su verga.

Nunca entendí por que no quizó penetrarme, talvez su único fetiche era el sexo oral.

En la última sesión, el profe Goyo me confirmó que había aprobado su curso con una buena nota aunque no era un sobresaliente.

Aun quedaba una experiencia antes de salir del colegio y comenzar una nueva etapa.

Eso sucedió cuando los bravucones me invitaron un ensalada de frutas como premio por la ayuda que les daba en las tareas. Era algo inusual porque siempre me daban dinero por mi ayuda, pero acepté su obsequio.

Años mas tarde mi amigo toñito me cuenta que habia visto a los bravucones preparando una broma y uno de ellos se masturbo mezclando el yogurt de la ensalada con su semen. No recuerdo mucho haber notado diferencia en el sabor pero si me estuvieron molestando con ese tema los últimos día de colegio.

Así acabe mi etapa escolar probando mi primera verga y esperando por ese momento especial en que un macho me convierta completamente en una hembra.