La verga irresistible ¡No puedo más!
Me llamo Paulina, eh sido lesbiana toda mi vida pero por razones sociales tuve que fingir tener novios y demás, nunca me gustó salir con hombres, menos besarlos ni tocarlos, siempre fantaseaba con besar a una hermosa mujer en lugar de estar besandolos a ellos pero extrañamente me encantaba cuando se sacaban la verga, siempre pensé que era solo mi calentura de la edad pero viviendo sola me di cuenta que cada cierto tiempo mi panochita quiere que le metan una verga, se cansa de la lengua y los dedos femeninos y quiere una verga dura y venosa que le heche la lechita adentro a chorros, desde que note que era algo recurrente cada cierto tiempo decidí tomarme unas vacaciones de mi vida de lesbiana para fantasear con vergas.
En mi trabajo hay un chico que me llama mucho la atención, llamemosle Isaías, Isaías está levemente marcadito, tatuado y es un hombre de botella y pistola, lo cual me exita mucho, aveces lleva unos jeans deslavados pegados que le marcan el bulto todo el día, se que lo hace para que le vea la verga, ya me ah cachado varias veces viéndole la entrepierna pero nadie dice nada, solo nos hechamos miradas.
Isaías sabe que soy lesbiana, sabe que tengo novia pero me gustaría que me preguntara sobre el tema para poderle decir que tengo ganas de verga, no me atrevo a decirle que tengo ganas de mamarsela y jalarsela, que quiero que heche su leche en la boca y en las tetas, desde hace días no puedo dejar de pensar en su verga, en cómo se le verá paradita lista para penetrarme, me pongo tan caliente que tengo que dejar todo y meterme el dildo, imaginando que es si verga mientras me lo meto, imaginando que es el quien está arriba de mi, embistiendome salvajemente mientras su pene bombea mi panochita fuertemente.
Tengo tantas ganas de la verga de Isaías que eh pensado en mandarle un mensaje diciéndole la verdad «Tengo ganas de verga, quiero que me la metas»
Siempre eh fantaseado con que lo invitaré a mi casa con unas cheves a platicar en el balcón, allí ya con un porrito y entrados en alcohol me sentaré a un lado de él, lo quiero besar y poner mi mano en su paquete, quiero decirle que es la primera verga que chupo en 6 años y que me encanta mamarsela, quiero que me meta sus dedos de hombre, quiero sentir el grosor de su piel y sus dedos velludos dedeandome la vagina, solo de pensar en sus dedos grandes y peludos me mojo toda.
Quiero su verga peluda en mi panocha, la quiero ya, quiero que me haga de lado la tanguita mientras se la mamo y me dedee, quiero que me levanté del cabello y me tire a la cama, me arranque la tanga y me meta la verga despacito para venirme mientras me la mete, hace tanto que no veo una verga que se que me voy a venir apenas me la meta, que rico se ah de sentir como ese trozo grande y caliente de carne entra en mi panochita estrechita y mojadita, no sé cómo decirle que quiero que me coja, que me heches la lechita adentro y sentir como me sale su semen mientras me vengo en su verga.
Otro día sin hablar de esto con Isaías