Mi querido sobrino Ricardo

Hola soy Mimí de vuelta, les recomiendo que lean mi anterior relato. Y agradezco a todos los que me hicieron saber su opinión de mi relato, agradezco los consejos que tan amablemente me dieron y con todo el corazón agradezco todas y cada una de las hermosas palabras que me hicieron llegar. ¡Espero que disfruten este relato!

Besos Mimí

Estábamos cenando con mi esposo Alberto en la cocina de casa cuando el sonido del teléfono interrumpió la cena y la pequeña conversación que manteníamos, como yo ya había terminado de cenar y solo disfrutaba de mi segunda copa de vino me pare de la silla en busca del teléfono. Al atender escuche la voz de mi cuñada Lucia la hermana de mi esposo.

Lucia – ¡Hola Mimí! ¿cómo estás?

Yo – ¡Hola Lu! ¡Todo bien! ¿y ustedes?

Lucia – ¡bien gracias! Los llamaba para pedirles un favorcito ¿si pueden?

Yo – ¡Si Lu! ¿en qué te podemos ayudar?

Lucia – Estoy complicadísima el vecino de debajo de mi departamento me tocó el timbre ayer a las tres de la mañana y me dijo que se había roto un caño seguro en mi departamento y le estaba inundando todo el departamento a él, me mostro y no sabes que desastre tenía el pobre tipo, tenía todo el departamento lleno de agua parecía un río. Tuvimos que cerrar todas las llaves de paso de agua de mi departamento para que no se le siga arruinando todo al pobre tipo y estoy sin agua desde las tres de la mañana hasta ahora. Te la hago corta Mimí, hoy vinieron los del consorcio y en pocas palabras tienen que romper todo el piso de mi departamento para encontrar la perdida y no saben cuánto tiempo pueden llegar a tardar porque tienen que romper para encontrar la perdida, arreglar la perdida y volver a dejar mi departamento todo como estaba. Un lio impresionante una locura. Y les quería pedir por favor ¿si me puedo quedar con Ricardito unos días con ustedes en su casa hasta que se solucione todo esto? ¿si no les molesta? ¿Sera posible? ¿Pregúntale a Alberto?

Yo – ¡Nada que preguntar ¡Lu! No se puede vivir en ese departamento sin agua y cuando empiecen a trabajar los albañiles va ser un caos. Prepara todo lo que necesiten vos y Ricardito para venirse para casa, que le digo a Alberto y cuando termine de cenar vamos con el auto a buscarlos y ya se vienen a quedar con nosotros todo el tiempo que sea necesario ¿Te parece bien?

Lucia – ¡Hay Mimí muchas gracias! ¡me parece genial! Muchas gracias ¿No sabía qué hacer? ¡los espero!

Yo – no te preocupes ¡En un ratito estamos por ahí! ¡besito!

Lucia – Besitos ¡chau!!chau!

Alberto termino de cenar sacamos el auto y nos fuimos a buscar a Lucia y su hijo, cuando llegamos tocamos el timbre nos abrieron para que podamos subir, nos saludamos y Lucia nos volvió agradecer el favor, recogimos dos bolsos y una bolsa, Lucia le dejo las llaves del departamento al encargado del edificio y volvimos a casa. Al llegar se instalaron rápidamente y nos fuimos todos a dormir ya que ellos estaban cansadísimos de la noche anterior.

A la mañana siguiente desperté y mientras las alarmas comenzaban a sonar y despertar a todos en la casa empecé a preparar un delicioso desayuno para todos, la primera en darme los buenos días fue Lucia que se acercó a mí para saludarme y preguntarme en que me ayudaba con el desayuno, mientras entre las dos nos dedicábamos a preparar la mesa y el desayuno entro Alberto, nos dio los buenos días con un abrazo ligero y un beso en la mejilla a cada una, se sirvió una taza de café como acostumbra desayunar antes de ir a su trabajo y a los pocos minutos se sumó Ricardito con una carita de dormido que nos causó mucha risa a Alberto y a mí, nos días los buenos días y un beso a todos y se sentó a la mesa , mientras desayunamos platicamos como organizar los horarios principalmente los de Ricardito que sería el primero en regresar a la casa de la escuela. Ricardito no es para nada el típico adolecente que está cursando su último año escolar, lleno de amigos y amigas saliendo de fiesta todos o casi todos los días, nada de eso es todo lo contrario es solitario, callado, muy tímido y un poco retraído, sumamente estudioso y aplicado un verdadero bebe de mamita, hasta su contextura física es acorde a su forma de ser, muy alto y flaco como un fideo y sin una gota de deporte en su cuerpo, con grandes anteojos, cabello corto y siempre peinado prolijamente un verdadero ratoncito de biblioteca. Sinceramente no me extrañaba que fuese de esa manera el pobre chico, su padre abandono a Lucia cuando ella estaba embarazada, el poco hombre desapareció cuando se enteró del embarazo y jamás volvieron a verlo ni saber nada de él, eso fue un hecho muy traumático y doloroso en la vida de Lucia, se encontró abandonada y embarazada, ese echo hiso que se dedicara exclusivamente a su hijo y su trabajo, Lucia se aferró tanto a Ricardito que nunca rehízo su vida sentimental, siempre ella pendiente de su hijo en todo momento, eso los hiso sumamente unidos y muy dependiente uno del otro y a Lucia una madre sobreprotectora y a Ricardito un muchachito siempre atento a los consejos de su madre.

Terminamos de desayunar y todos salieron a cumplir con sus responsabilidades diarias, yo me quedé como siempre asiendo las tareas de la casa, Salí de compras y pensé que para el almuerzo como solo seriamos Ricardito y yo pediríamos una rica pizza, las horas pasaron hasta que Ricardito llego a casa de la escuela, lo recibí con un beso le comenté lo que almorzaríamos y el asintió con la cabeza y un breve ok aprobando la idea, se dirigió a quitarse la ropa de la escuela y ponerse más cómodo esperamos un buen rato que llegue la pizza y cuando llego Ricardito la recibió y como ya teníamos todo listo para almorzar empezamos, mientras estábamos almorzando le pregunte como le había ido en la escuela y pude notar que estaba más tímido que de costumbre, de por sí siempre lo es bastante pero note algo distinto en ese momento, no levantaba sus ojos del plato y me desviaba la mirada mientras yo trataba de sacarle conversación, sus respuestas a mis preguntas eran solo monosílabos, algo estaba ocurriendo le pregunte ¿si todo estaba bien? Y me respondió con un simple si tía, ya no sabía que pensar. ¿Por ahí no le gusta la pizza? Pero ya iba por su cuarta porción. No sabía que pasaba y decidí darle un poco de espacio por ahí lo estaba presionando demasiado como vive solo con su madre y ella trabaja hasta muy tarde por ahí quizás estaba acostumbrado a manejarse solo y yo lo estaba incomodando con mi charla, me incorpore para levantar la mesa y acomodar la cocina, levante su plato y su vaso para llevarlos para lavar, cuando iba caminando hacia la pileta de la cocina de espaldas a él, gire algo rápido e inesperadamente para él, para decirle que si quería podía ir a ver televisión o hacer lo que quisiera, que estaba en su casa y ahí pude observar que me estaba mirando el culo y cuando noto que yo giraba de repente volvió a bajar la mirada y fue ahí que me di cuenta lo que sucedía, me estaba mirando y le daba vergüenza al pobrecito, yo no me avía dado cuenta de cómo estaba vestida por la falta de costumbre de tener un adolecente en casa. Solo traía como vestido una remera blanca que no ocultaba para nada la forma de mis grandes pechos desnudos bajo la fina tela de algodón de la remera y dependiendo de mis movimientos se podía apreciar el leve bamboleo de mis libres tetas y cuando me di vuelta para llevar el plato y el vaso a lavar tubo un primer plano de mi culo solo cubierto por un pantaloncito rosa muy cortito que le mostraba la unión de mis piernas con el nacimiento de mis nalgas a la perfección, fue ahí que comprendí su comportamiento totalmente normal para un muchachito de su edad que seguro estaría teniendo sus primeras experiencias con el sexo opuesto. Me relaje al comprender que no había ningún problema grave y le dije que estaba en su casa y podía hacer lo que quisiera, me respondió que tenía que estudiar bastante porque se acercaban los exámenes finales y que subiría al cuarto a estudiar le respondí con un ok y se retiró al cuarto.

Termine de acomodar la cocina riéndome sola y pensando en la ternura que me despertaba Ricardito tratando de mirarme el culo y las tetas sin que me dé cuenta y decidí que no me cambiaria de ropa ya que estaba muy cómoda y no me molestaba para nada que, si a él le gustaba mirarme, pudiera seguir mirando a su tía todo lo que quisiera. decidí tomarme una rica tacita de café después del almuerzo relajada en el sillón de la sala viendo alguna película en televisión y pensé que a Ricardito le apetecería también algo para tomar así que le prepare un gran vaso con hielo y una muy conocida gaseosa cola y se lo subí antes de relajarme en el sillón de la sala a ver televisión. Cuando me acerque a la puerta cerrada de la habitación donde estaba Ricardito estudiando escuche un pequeño murmullo como si estuviera hablando con alguien, pero me era imposible deducir que hablaba, golpee y abrí la puerta sin esperar su repuesta para dejarme entrar y pobre, lo sorprendí masturbándose sentado en el escritorio de frente a su computadora y de espalda a la puerta viendo un video porno. Y el pobre no pudo hacer todo al mismo tiempo, aunque lo intento casi cayéndose de la silla donde estaba sentado, pero no pudo subirse el pantalón y bajar la tapa de su computadora portátil al mismo tiempo, en esos segundos que Ricardito decidió subir su pantalón antes de intentar bajar la tapa de la computadora observe en la pantalla una bella mujer de largo cabello negro y con grandes y redondas tetas gimiendo descomunalmente, bien abierta de piernas siendo penetrada sin piedad por su vagina. por un musculoso y bien dotado hombre que le enterraba todo su aparato y lo sacaba para que ella balbuceará Oh my God! Oh my God! I love that huge dick! Y cuando se lo volvía a meter ella retomaba con los enloquecidos gemidos.

Después de que logro torpemente subirse los pastalones y bajar la tapa de la computadora, pasaron algunos segundos en que ambos hicimos una muy breve pausa en silencio, deje el vaso de gaseosa sobre el escritorio y me dispuse a tranquilizar al nervioso muchachito que sentado en la silla y con su mirada clavada en el piso temblaba como un pollito mojado azotado por un fuerte y frio viento. Lo rodeé con mis brazos para apoyar su cabeza en mi abdomen y le dije.

YO – Tranquilo Ricardito, tranquilo no te pongas así bebe. La tía entiende que a tu edad es lo más normal del mundo hacerte una pajita, todo el mundo lo hace cuando está pasando por esta etapa de la vida, las hormonas enloquecen y son incontrolables. Y no siempre estas con tu noviecita para calmar las hormonas.

Ricardito – ¡Perdón tía! Perdóname. ¿le vas a contar a mamá? Y me da mucha vergüenza. Va a pensar que soy un asqueroso.

Yo – ¡No mi amor! ¡No sos un asqueroso! Y te prometo que no le voy a decir nada a tu mamá. No te mortifiques así por algo que como te dijo la tía es normal. ¿Te cuento una cosa?

Ricardito – ¡Gracias tía por no decir nada a mamá! ¿Qué cosa? Tía

Yo – A la tía también le gusta mirar porno.

Ricardito – ¿De verdad tía? ¿Te gusta? ¿Y el tío lo sabe?

Yo – ¡Si de verdad me gusta! Y al tío le encanta que lo haga, casi siempre lo miramos juntos. Viste que no es tan asqueroso. Mirar porno, es muy común hacerlo, pero la mayoría de la gente lo niega por sus perjuicios y lo mira a escondidas. Estoy segura que tu noviecita también mira porno y no te dice nada.

Ricardito – Yo nunca tuve una novia tía. No les gustó mucho a las chicas. Solo me hablan para pedirme que las ayude con alguna cosa que no entendieron de alguna materia y cuando me anime a preguntarle a una chica si quería ser mi novia me dijo que no, que mejor sería ser amigos y que no sería bueno perder la amistad que teníamos. Y después no me anime a preguntar más.

Yo – ¡Ahí Ricardito! Seguro ya te vas a animar a invitar a salir a otra chica. Y te va decir que si, mientras tanto está bien que sigas mirando porno para cuando llegue el momento de estar con ella sepas que tienes que hacer. Y para que no te sientas así de culpable el resto del día y pierdas el miedo de que le voy a contar a tu mamá ¿Si queres? podemos mirar porno un rato juntos así los dos estamos en las mismas condiciones y nadie le cuenta nada a nadie.

Ricardito – ¿Seguro tía?

YO – ¡Si Ricardito! Segura. Abrí la computadora y nos miramos un poco de porno juntos.

Mientras Ricardito abría la computadora yo acerque otra silla al escritorio para sentarme a su lado. Diciéndole que eligiera uno de todos los videos que nos proponía la página, hiso clic en uno y comenzó la presentación del video donde mujeres tetonas y divinas chupaban y recibían grandes vergas por todos sus orificios corporales mientras la música sonaba y se mesclaba con estridentes gemidos. A continuación aparecieron en pantalla dos chicas rubias tetonas y hermosas, en lencería con porta ligas amarillos, las dos chicas vestidas exactamente iguales bailaban seductoramente apretándose y mostrando las tetas en esos sostenes amarillos casi flúor a la cámara giraron y moviendo sus caderas para mostrarle sus enormes culos a la cámara apenas cubierto por una ínfima tanguita del mismo amarillo fluorescente, bailaban y bailaban mostrando sus esculturales cuerpos, cuando una de ellas tomo un pote con aceite para empezar a aceitarle las tetas a la otra, que recibía el aceite poniendo su mejor cara de seducción perversa, el aceite chorreaba por sus grandes tetas para luego girar, para que la chica que tenía el aceite le pudiera aceitar todo el culo en un primerísimo plano, el aceite caía por sus curvas como una catarata, acto seguido la chica que recibía el aceite se quita el sostén dejado ver sus enormes tetas, con los pezones erectos y bien aceitados directo a la lente de la cámara mientras la otra la acariciaba seductoramente esparciendo el espeso líquido por sus hombros y sus grandes tetas , en un momento la que ya estaba en tetas y toda aceitada le quita el pote de aceite a la otra de las manos y comienza a aceitarla con movimientos sensuales, transparentando toda la delicada lencería, el aceite fluía por esos dos cuerpos inagotablemente, cuando la tela de la fina lencería no soportaba absorber más aceite, poniendo sus manos detrás de su espalda se desabrocha el sostén para liberar sus enormes tetas de la apretada prisión, continuaron echándose aceite y desnudándose una a la otra mientras la cámara mostraba en primerísimos planos sus enormes tetas, sus grandes culos y sus depiladas conchitas bien abiertas. mientras esas dos chicas se besaban introduciéndose las lenguas fogosamente y se manoseaban las tetas una a la otra metiéndose de vez en cuando los dedos en sus conchitas llenas de aceite, regalándonos atreves de la pantalla un espectáculo lésbico verdaderamente excitante y caliente. Observe a Ricardito que sin sacar los ojitos de la pantalla inconscientemente metía su mano derecha dentro del pantalón para tocarse suavemente el pene, sonreí y lo deje por unos minutos masajearse la verga tranquilo y cuando note que los movimientos de su mano le eran incomodos para tocarse la pija cómodamente dentro del pantalón le dije.

Yo – ¡sácala! Ricardito ¿si queres? Sácala.

Ricardito – ¿Puedo tía?

Yo – ¡Si mi vida! ¡Sácala! Si igual te la estas acariciando todo apretado e incómodo ahí adentro. No me voy a sorprender, no va ser la primera vez que la tía vea un pene. ¡Sácala, mi amor! no te preocupes.

Cuando con el dedo pulgar de su otra mano estiro el pantalón y la saco, me replantee seriamente eso de que no me iba a sorprender de ver un pene. El muchachito portaba una verga que fácilmente y a simple vista media unos veinte y tantos centímetros y además bastante gorda y gruesa, me la quede mirando por algunos segundos embobada mientras él seguía con su mano derecha haciéndose una lenta pero constante paja, intente volver a mirar la pantalla de la computadora donde ya las chicas estaban lamiéndose las conchitas en un sesenta y nueve muy erótico y sensual, pero inmediatamente volví a dirigir la mirada hacia la verga de Ricardito que atraía mi vista como un imán. Miraba como se hacía la paja mientras pensaba y me repetía en mi mente que era un verdadero desperdicio de verga, el asiéndose una paja, estando yo a su lado haciéndome agua la boca por su verga. Así que no me aguante más y diciéndole.

Yo – ¡Haber Ricardito! Déjala a la tía que te ayude un poquito.

Le saque con mi mano la mano a el de la pija, y se la tome firme, pero también con delicadeza se sentía suave y pesada en mi mano, el pego un pequeño saltito en la silla cuando sintió que le agarraba la verga y me miro con asombro abriendo grandes sus ojos detrás de sus anteojos. Yo me llevé el dedo índice de mi mano libre a los labios haciéndole la señal de silencio y comencé a mover mi otra mano para arriba y para abajo. Empecé a sentir entre mis dedos el líquido pre seminal caliente, viscoso y detuve mi mano para que no llegara al orgasmo tan rápido y me dejara disfrutar un poquito más a mí de masajear esa verga, Ricardito abría más los ojos sorprendiéndose con cada uno de mis movimientos mirando mi mano en su verga como para no perderse ningún detalle, Le pregunte.

Yo – ¿Te gusta lo que hace la tía?

Ricardito – ¡Sí! ¡Me gusta tía! ¿no creo que pueda aguantar mucho más de lo que me está gustando?

Yo – ¡Espera mi amor! ¡aguanta un poquito más! Si aprender a aguantar un poquito es mucho más divertido.

inmediatamente se la solté para evitarle la eyaculación y nos quedamos mirándonos a los ojos por unas milésimas de segundo, su verga palpitaba y hacia una oscilación vertical involuntaria como pidiendo a gritos, sigan en lo que estaban no paren por favor.

Yo – Si acabas tan rápido mi cielo, cuando estés con la chica que te guste teniendo sexo ella no va a poder llegar al orgasmo. A las mujeres si no estamos muy calientes por los jueguitos previos nos gusta jugar un poquito más. La tía te va a enseñar mi vida. ¿queres?

Ricardito – ¡Si tía!

Yo – ¡Ok! Yo voy a jugar con tu pene y vos cuando falte poquito para que llegues te aguantas y me avisas ¿Dale?

Ricardito – ¡Dale!

Me baje de la silla para ponerme de rodillas en el suelo y le hice señas como para que se quite el pantalón y mueva su silla para quedar sentado con las piernas abiertas, yo de rodillas me acomode en medio de sus piernas con mis codos apoyados en sus muslos para que su verga me quede cómoda y al alcance de mis manos a la altura de mi cara. Su verga seguía dura y erguida inmutable, la tomé con mis dos manos y comencé a hacerle una paja muy suavecita no llegue a subir y bajar mis manos más de cuatro o cinco veces que.

Ricardito – ¡Tía! ¡Tía! ¡Tía! ¡Hay! ¡Hay!

Le solté el miembro mientras el respiraba rápido y cortito por la boca

Yo – Tranquilo bebe relaja no acabes, aguanta

Deje pasar unos instantes y volví a tomar su verga con mis dos manos, esta vez para empujar suavemente la piel hacia abajo para que su glande se asome y se hinche, rebalsaba de líquido pre seminal transparente, dulce y viscoso no podía perderme ese delicioso manjar, baje la inclinación de ese glande para que quede apuntando a la altura de mi boca y pasándole golosamente mi lengüita por todos los rinconcitos del glande limpie el delicioso líquido pre seminal de toda la cabeza de su verga, cubrí el glande con mis labios para dejarlo sequito de saliva y pre semen y levante la vista para mirarlo a los ojos, comencé a meterla y sacarla de adentro de mi boca hasta donde podía tragarla y apretando la circunferencia de su verga con mis labios haciéndole una paja con mi boca y fue el final, pobrecito no pudo aguantarlo más, intento avisarme para que me detuviera pero no le alcanzo el tiempo, empezó a llenar mi boca con su caliente leche a chorros interminable, gemía ahogado buscando aire y yo sin sacarme su verga de la boca, la tuve que abrí para que tanta cantidad de lechita no me ahogara, su chorros de semen golpeaban en mi paladar recorrían toda mi boca para salir recorriendo el cilíndrico tronco de su pija para chorrear por sus huevos hacia el piso, termino de descargar toda su lechita mientras yo seguía despidiendo la mescla de saliva y esperma que todavía inundaba mi boca, retire su pija de mi boca y admite por un instante esa verga empapada de esa mescla viscosa y pesada de babita y lechita, con un delicado beso le bese la punta de la pija no como una despedida si no como un hasta pronto y me pare para sentarme en la silla. Me pasé la lengüita por los labios para saborear y limpiar los restos del delicioso semen y le dije.

Yo – ¡Ufff! ¡Ricardito! ¿fue lindo? ¿No?

Ricardito – ¡Sí! ¡Re lindo!

Yo – ¡Ahora es tu turno!

Ricardito – ¿Mi turno?

Yo – ¡Si tu turno! Mi amor ¿no vas a dejarme así de cachonda? ¿Te gustaría hacerla acabar a la tía?

Ricardito – ¡Sí tía! Me gustaría mucho.

Yo – ¡Buenísimo¡¡Ok!

Me pare de la silla y me le acerque para comenzar a sacarle el resto de ropa que todavía traía, una vez que estuvo totalmente desnudo, yo hice lo mismo, me saque toda la ropita, lo tome de la mano y en silencio lo guie hasta el baño, abrí la ducha y ambos nos metimos bajo el agua, lo deje a el bajo el agua mientras tome la botella de jabón líquido para llenar mi mano con una abundante cantidad de jabón deje la botella y repartí el jabón en mis dos manos para comenzar a enjabonarlo, primero su pecho después su espalda abrazándolo y apoyando mis tetas en su pecho luego su cintura para proceder a enjabonar su abdomen y por último el plato fuerte su gran pene, que para ese momento ya estaba duro como una piedra nuevamente, me tome mi tiempo jugando con mis manos y el jabón en esa verga hermosa y sus huevos que con la espuma del jabón resbalaban por mis manos deliciosamente, enjuague todo su cuerpo sacando hasta el último resto de jabón y le ofrecí la botella para que hiciera lo mismo y me bañara. ¡Ufff! Fue delicioso comenzó a enjabonar mi cuerpo cuidadosa y delicadamente sin dejar un solo centímetro libre de jabón, pasaba sus manos por mis tetas descontrolado, las acariciaba, las apretaba y las agarraba con la torpeza de ser la primera vez que tenía un par de tetas en sus manos, pero a mí me estaba enloqueciendo mis pezones se pusieron paraditos y duros me estaba llevando al paraíso de la excitación, gire para ofrecerle mi culo, a sus manos toque tonás y al resbaloso jabón, no dejo un solo milímetro sin acariciar ni toquetear, separo los cachetes de mi culo para meter su mano entera toda enjabonada en el medio de mi culo entre los cachetes para frotar el agujerito de mi ano con fuerza y bruscamente, la sensación me encantaba poniéndome cada vez más caliente, hice fuerza con mi culo contra su mano para segur sintiendo la fuerte presión de su mano en mi ano, hasta que decidió pasar de mi culo a lavarme la conchita, ahí toque el cielo con las mano, la torpeza de sus movimientos en mi entrepierna me tenían gimiendo como una loba, con la palma de su mano enjabonada rosaba y refregaba toda mi conchita de atrás hacia delante deliciosamente, mientras sentía su antebrazo enterrarse en la zanja de mi culo separando mis nalgas a su antojo, por dios ya estaba muy caliente y no quería esperar más deseaba que ya me la metiera. Llevé mi mano hacia atrás para agarrar su verga increíblemente parada y dura, y respigué todo lo que pude el culo para facilitarle la penetración, guie esa verga a la entrada de mi conchita, y cuando sentí su glande en la posición indicada, empuje lentamente mi conchita hacia la punta de su pija, introduciéndola poco a poco bien profundo dentro de mi cuerpo y mientras sentía como su verga iba estirando y llenando toda mi conchita de pija, tuve el primer orgasmo, mientras ese hermoso pedazo de carne resbalaba hacia mi interior. Cuando la tuve clavada entera y bien profundo dentro mío me quedé quietita unos instantes disfrutando de mi orgasmo y su verga bien adentro, hasta que mi calentura pedía desesperada el segundo orgasmo, hice círculos con mi culo y cadera para acostumbrar mi conchita a semejante pija y empecé a moverme para meterla y sacarla de mi concha, en ese momento Ricardito comprendió que tenía que empezar a clavármela el, me tomo por la cintura, yo apoye mis manos en la pared de la ducha para sostenerme mejor y ahí empezó a penetrarme increíblemente fuerte, duro y constante. Ese pendejo y su pija me estaba cogiendo de una manera increíble, me la metía y sacaba con fuerza, yo gemía como loca pidiéndole que no pare, que siga metiéndome la verga así que ya estaba por acabar, el acelero el ritmo de sus embestidas y me hiso acabar en un delicioso e intenso orgasmo interminable me temblaban las piernas mientras él seguía cogiéndome cada vez más y más fuerte empezó a balbucear unos grabes ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaaaaah! La enterró todo lo que pudo en lo profundo en mi concha y acabo llenándome mi interior de leche, pude sentir como con espasmo intentaba metérmela cada vez más adentro mientras vaciaba su pija de leche en mi concha, que la recibía orgullosa de haber desvirgado tan hermosa verga. La saco y yo me di vuelta lo abracé y le di un profundo beso introduciendo mi lengua en su boca. Cuando terminé con mi beso le dije.

Yo – ¡Muy bien Ricardito! ¡Muy bien! Me cogiste como un experto, Me encanto.

Nos volvimos a bañar los dos juntos, nos secamos y nos dirigimos cada uno a su cuarto a vestirnos, cuando terminé de vestirme pase por su cuarto y lo encontré tirado de espaldas en la cama con una sonrisa increíble en su rostro, lo invité a bajar a la sala para que me acompañara a ver televisión, acepto bajamos nos acomodamos en el sillón, se acurruco a mí, lo abrace y al poco tiempo se quedó dormido.

Así fue como hice debutar sexualmente a mi tímido sobrino, fue su primera vez y con su tía, pero no fue la última vez que cogimos juntos. Pero eso se los contare en otro relato.

Besos Mimí.