Mucho sexo en un nuevo negocio

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Voy a continuar relatando algunas de las cosas que están ocurriendo aquí en el nuevo negocio. Y por qué digo aquí ¿?…., porque precisamente estoy escribiendo sentada en el escritorio de la mi oficina, aprovechando los muchos momentos libres que tengo.

El lunes 17 de enero, después de una semana de arduo trabajo, acomodando, organizando y cargando todo el inventario en un nuevo sistema, se abrió la atención al público.

En esa semana y después de la primera relación que en principio fue forzada por los chicos, seguí manteniendo relaciones con ellos, pero ya de manera diferente. A veces de forma individual y otras con los cuatro a la vez. Pero no pasó un día en el que no hayamos hecho algo.

El horario que tenemos ahora es de 08 a 13 y de 15 a 18 hs. Algunos días, los chicos salen a comer y otros se quedan aquí conmigo… y “comemos” juntos… jajaja.

Como dije en el relato anterior y muy a mi pesar, tuve que escoger a dos de los cuatro, finalmente me quedé con Walter y Ezequiel, 21 y 22 años respectivamente. Ellos se encargan de la atención al público y del depósito. Para la caja, Ricardo contrató a una supuesta amiga de él, una muchachita de 23 años, que dicho sea de paso se desenvuelve muy bien en su trabajo. Y digo “supuesta amiga”, porque estoy segura que es una de sus tantas amantes.

Mi función es la supervisión de todo, incluyendo control de Stock, atención de los proveedores, de hacer los arqueos de caja dos veces al día, como quien dice el funcionamiento del negocio en general, está bajo mi responsabilidad.

Todo está muy bien organizado, tengo mucho tiempo ocioso y por eso decidí aprovecharlo entre otras cosas, para escribir.

Como se darán cuenta por el horario del negocio, no me permite hacer nada fuera de aquí, por tal razón, mis desahogos son prácticamente con los dos chicos que tengo trabajando conmigo.

El sábado antes de abrir, estuvieron aquí, mi esposo, Ricardo y Claudio, que es el otro socio. Recorrieron todo y revisaron el trabajo que se había hecho, quedaron totalmente complacidos y me felicitaron por lo que yo había logrado.

Ese día y cada vez que mi marido estaba en algún otro sector del negocio, tanto Ricardo como Claudio, aprovechaban para decirme cosas y para manosearme, los dos andan calientes conmigo ya que hace rato que no me acuesto con ellos.

En un momento, en el que estábamos los cuatro viendo como había quedado la oficina en la que estoy ahora, les dije… estaría bueno poner un sillón en esa parte y señalé un rincón que estaba vacío.

Ricardo, dándose cuenta de mis motivos, contestó inmediatamente…

Y para qué querés un sillón ¿?, si en el escritorio tenés uno con tres sillas para visitantes, no creo que suba tanta gente a la oficina, aparte ya no se puede subir ningún mueble, habría que desarmar los vidrios para poder hacerlo.

Rápidamente le salí al cruce…, no es para la gente Ricardo, es para mí… y tampoco me refiero a un sillón de escritorio, sino a un sofá… Como voy a estar acá todo el santo día, me gustaría tener un lugar en donde poder descansar y relajarme…

Mi esposo, que en todo me complace, le dio la solución al problema.

Les pidió que hablaran con el carpintero para que construya un armazón aquí mismo, pegado al piso y que luego mandáramos a hacer unos cojines. Problema resuelto…, un sofá hecho a la medida, muy cómodo y mucho más barato.

Ricardo me miraba de reojo y movía la cabeza, como diciendo… te saliste con la tuya.

Quedó muy bien, aparte es mucho mejor cojer en el sofá, que cojer parada o arriba del escritorio…

Aunque no voy a negar, que en estos días, me han cojido en varios lugares del depósito, e incluso también volvimos a hacerlo arriba del mostrador de atención al público.

El primer día que abrimos por ejemplo, fue un día con muchísimo trabajo, incluso cerramos una hora después, porque había mucho público.

Tamara, la chica de la caja, después de hacer arqueo y entregarme el dinero para que lo guardara en una pequeña caja fuerte, se fue.

Los chicos se quedaron a revisar inventario y a reponer stock en góndolas…

Habíamos quedado con mi esposo que me pasaba a buscar, aunque a las 19 hs, me llamó avisándome que iba a llegar un poco mas tarde, ya que todavía estaba con los socios en la escribanía.

Los chicos terminaron con su trabajo. A Ezequiel lo estaba esperando un amigo, así que se fue.

Me quedé sola con Walter… Apenas cerró la puerta de calle, volteó a mirarme y con una gran sonrisa me preguntó… y ahora que hacemos ¿?…

Comencé a reírme y le contesté…, hoy no podemos hacer mucho bebe…, en cualquier momento llega mi marido a buscarme…, pero vení…, que igual te voy a dar un premio…

Para colmo, ese día yo había ido de jeans muy ajustados y no con los vestidos cortos y amplios que acostumbro a usar.

Le pedí que se sentara sobre el mostrador, mientras yo fui por el banco de Tamara y me senté frente a él. Le desabroché y le abrí su pantalón dejando al descubierto la verga que se le paró inmediatamente…, se la comencé a chupar…

Como disfruto cuando lo hago…, es impresionante…, me encanta esa desproporción de tamaño, entre lo que es la pija en si misma y la cabeza.

Walter no dejaba de acariciarme el cabello, lo hacía de una manera muy tierna y yo también se la chupaba muy suavemente…

Habrán pasado unos diez o quince minutos cuando escuché el tono de mensajes en mi teléfono, que estaba apoyado en el mostrador…. Sin sacarme la pija de la boca, leí el mensaje…, en cinco llego…, me escribió mi esposo….

Volví a dejar el teléfono en el mostrador e incrementé la fricción que hacía con mi lengua. Con tan solo la cabeza en mi boca, fui succionando como si estuviese tomando mate con la bombilla tapada….Al notar que Walter estaba por acabar, me la metí lo mas que pude, hasta que acabó muy abundante y muy caliente, directo en mi garganta…., me la tragué toda y luego se la terminé de limpiar con mi lengua….

Me paré…, y le dije…Rápido, ya está por llegar mi marido…, tenés que irte…

Sin decir nada, se acomodó la ropa y se fue…

Le puse llave a la puerta, acomodé el banco en su lugar y me senté a esperar. A los pocos minutos llegó mi marido…, me hacía señas desde afuera…

Ahí reaccioné…, dándome cuenta que la gente que pasaba por la calle, claramente podía ver el interior del local, aunque lo que eventualmente vieron fue a una persona de espaldas, sentada sobre el mostrador, ya que yo estaba del otro lado…. De todos modos, si alguien vio o no vio…, ya era irremediable.

Mi marido me ayudó a bajar la persiana y nos fuimos para la casa.

El día siguiente también me llevó mi esposo de camino a la constructora, llegué a las 07:50 hs, los chicos ya estaban ahí. Tamara, Ezequiel y Walter, esperaban sentados en el escalón de la entrada. Me ayudaron a abrir la persiana y cada quien a su puesto de trabajo. Desde las 08:30 que llegó el primer cliente, no paramos hasta casi la hora de cierre. Mucho trabajo por suerte.

A media mañana, llegó el proveedor del cable, así que tuve que bajar a firmar el remito y controlar la entrada… Justo en ese momento había solo tres personas esperando a ser atendidas, así que le dije a Tamara que se hiciera cargo y me lleve a los chicos para el depósito para que entraran las cajas por la puerta lateral…

En diez minutos ya estaba todo recibido. Cuando se fue el proveedor, Ezequiel volteó a mirarme y me dijo… ¡me debes una Vicky!…, Walter ya me contó lo de ayer…

Me reí y le contesté…, bueno está bien, después te pago…., pero ahora acomoden ese cable rápido, ya se juntó mucha gente. Me dí vuelta y mientras iba hacia el mostrador, escuché que me decían… ¡Hoy no salimos a comer…, comemos acá!…. y se reían.

Le ayudé un poco a Tamara en el mostrador, hasta que llegaron los chicos y luego subí a la oficina.

A las 12:30, mi esposo me llamó para preguntarme como iba todo y para decirme que me pasaba a buscar para que vayamos a comer, le dije que todo estaba bien, pero que tenía una diferencia en el inventario, así que me iba a quedar a resolverlo…., es lo que se me ocurrió en ese momento.

Cuando terminé de hablar con él, bajé para preparar el terreno.

Esperé que terminaran de atender y haciéndome la enojada…, les dije a Walter y Ezequiel que tenía una diferencia de inventario en el sistema, que no me coincidía con las ventas que estaban ingresando, así que tenían que quedarse para hacer un recuento…

Dije eso para que Tamara escuchara y no fuera con el chisme a Ricardo.

Volví a subir a la oficina, todavía faltaban quince minutos para cerrar.

Yo tenía muchas ganas de cojer… El día anterior, solo le había chupado la pija a Walter y bueno, en la noche me había masturbado, pero no es lo mismo una paja que una buena cojida…

Tamara se fue a comer y luego de cerrar la puerta y bajar un poco la persiana, los chicos me gritaron…., Vicky…., suban les contesté….

Para ese entonces, yo ya me había quitado toda la ropa y los estaba esperando desnuda sentada en el sofá.

Cuando entraron y me vieron así, se quedaron mirándome desde la puerta…

Apúrense les dije…, nos quedan menos de dos horas.

Inmediatamente se quitaron la ropa…, vinieron hasta donde yo estaba, me abrí de piernas y les pedí que me chuparan….

Walter se arrodilló en el piso para chuparme la concha y Ezequiel se sentó junto a mi y lo hizo con mis tetas…

Comencé a excitarme cada vez mas y mas, hasta que le pedí a Walter que me la metiera.

Me acomodé sobre el borde del sofá y me la enterró hasta el fondo…, empezó a cojerme haciendo movimientos muy lentos y profundos.

Después de un buen rato, le pedí a Ezequiel, que me acariciara el clítoris, diciéndole…, mira como me coje…. Cuando sentí que venía mi orgasmo, empujé a Walter y le pedí que solo dejara la puntita adentro…

Incliné mi cabeza para ver… y Ezequiel, sin sacar la mano de mi concha, también acercó su cara para mirar mas de cerca….

Viendo la pija hinchada y venosa de Walter, con tan solo su enorme cabeza metida dentro de mi, comencé a acabar y a gemir, sentí un placer increíble. Esto provocó que Walter acabara también, se quedó quieto soltándome su semen.

Ezequiel, estaba desesperado por metérmela, pero cuando Walter me la sacó y quiso penetrarme, le dije…, no… primero quiero que me la chupes…

Pensé que me iba a decir que no, ya que Walter me la acababa de llenar de leche, pero por el contrario, inmediatamente se arrodilló y comenzó a chupármela, metiendo su lengua hasta el fondo y tragándose todo lo que había dentro.

Luego y de una manera bastante salvaje, comenzó a cojerme… Evidentemente estaba muy excitado…, no duró ni diez minutos. Con su pija enterrada hasta el fondo comenzó a acabar….

Walter se había sentado junto a mi y observaba…. Antes de que Ezequiel me la sacara, le dije…, ahora quiero que vos me la chupes otra vez y te tragues su leche… Recién ahí, viendo y sintiendo a Walter como pasaba su lengua por mi interior, comencé a acabar una vez mas.

Muchas veces había echo que me chuparan la concha, después de que otros hombres me habían cojido… Lo hice con Ricardo, con Santillán e incluso en reiteradas ocasiones con mi esposo, pero así como ese día, que uno vea como el otro me acaba adentro y luego me la chupe, prácticamente no.

Esto provocó que comenzara a imaginarme cosas que podía hacer con ellos. Los dos chicos, no solamente eran mis empleados, sino que se habían convertido en mis nuevos juguetes sexuales, hacen lo que yo les pido, se logró una muy buena química entre nosotros.

Ya no había mas tiempo. Los chicos se vistieron, fueron al depósito y aprovechando los últimos minutos comieron algo.

Por mi parte, me higienice, me vestí y me preparé un café, esperando la hora de apertura, ese día no comí nada.

En la tarde hubo mucho trabajo y media hora antes de cerrar, Ricardo y mi esposo, vinieron sin avisar. Se quedaron un rato abajo, hablando con los chicos y viendo su desenvolvimiento…, luego subieron a la oficina.

Me pidieron que les mostrara la evolución de las ventas y las cuentas corrientes.

Mientras les explicaba mostrándoles el sistema, Ricardo no se aguanto e interrumpiéndome, preguntó…. y con los chicos…, como va todo ¿?

La respuesta, me salió del alma… estupendo Ricardo…, mucho mejor de lo que esperaba…

Por que preguntas eso ¿?, intervino mi marido…, a mi me parece que está todo bien… o viste algo que yo no vi. ¿?

Por supuesto que yo sabía a que se refería, se le notaba que estaba celoso y molesto, pero no le quedó otra que resignarse y contestar… No nada…, solo preguntaba…

Finalmente recibí otra felicitación por parte de ellos.

Cerramos y con mi esposo, fuimos para casa.

Esa noche no podía conciliar el sueño, así que mientras mi marido dormía a mi lado, me masturbé durante un buen rato pensando en los chicos y fantaseando con ellos, finalmente me quedé dormida con el consolador en la mano..

El miércoles durante la mañana tuve que bajar y apoyar a los chicos.., afortunadamente mucho público y muchas ventas.

En dos ocasiones, Ezequiel me tocó el culo, la primera fue ahí mismo, en el mostrador mientras atendíamos y la segunda, al cruzarnos en el depósito, buscando los artículos que nos pedían los clientes.

Llegó el momento mas esperado, la hora de cierre del medio día…

Tamara se fue a comer…, yo misma cerré la puerta y subí con Walter a la oficina. Ezequiel todavía estaba acomodando unas cajas, así que le dije que subiera cuando terminara.

Me senté en el escritorio para hacer el corte del día en el sistema.

Walter se paró detrás de mi y mientras yo hacía mi trabajo en la computadora, me fue dando masaje en los hombros, luego bajo sus manos y metiéndolas por debajo del vestido, comenzó a masajearme los pechos…

¡Espera a que termine!…, le dije riéndome…

Por supuesto que no me hizo caso y siguió con el manoseo, mientras yo trataba de apurarme… En un principio me aflojó los breteles del vestido, dejando mis hombros al descubierto. No conforme con eso, comenzó a tironear para quitármelo totalmente. Para que pudiera hacerlo, tuve que quitar las manos del teclado y levantarme un poco ya que estaba sentada sobre el…

Volví a apoyar mi cola en la silla y seguí trabajando, aunque ya estaba totalmente desconcentrada….

Me quitó el corpiño y prosiguió masajeando nuevamente mis tetas, pero ahora desnudas..

Como pude…, terminé de hacer el cierre….

¡ahora sí!…, le dije… Moví la silla hacia atrás y agarrándolo de las manos, lo puse enfrente mío…

Le aflojé el cinturón y desabrochándole los pantalones se los bajé con calzoncillo y todo.

Su pija estaba prácticamente parada y su glande hinchado como siempre…

Se la chupé un rato estando parado y luego lo hice sentar sobre el escritorio, para que ambos estemos más cómodos…

Le abrí las piernas, acerqué nuevamente la silla y seguí chupándole solo la cabeza, sosteniéndole la pija con ambas manos, ahora sí estaba totalmente parada y bien dura….

Luego fuimos al sillón, Walter se sentó y se apoyó en el respaldo, yo me arrodillé en el piso y continué con lo mío…, chuparle esa verga que me fascina.

A los pocos minutos, escucho los pasos de Ezequiel subiendo las escaleras.

Entró a la oficina, nosotros ni siquiera volteamos a verlo… yo seguía arrodillada, con la pija en la boca y acariciándome suavemente las tetas…

Se quedó parado, mirándonos fijamente y yo creo que por envidia dijo…

Tanto se la vas a chupar ¿?…, Tanto te gusta ¿?

Le hice señas para que se acercara y se arrodillara junto a mi…

Ezequiel envidiaba la pija de Walter…, porque no solo era mas grande que la de él, sino que también, me escuchaba a mi, elogiarla permanentemente…

Aunque en varias ocasiones, él mismo hizo comentarios respecto al tamaño de Walter.

Tal es así, que a raíz de eso, una de mis fantasías de la noche anterior mientras me masturbaba, fue a Ezequiel chupándole la pija a Walter… y en ese momento iba a intentar hacerlo realidad…

Seguí chupando, ahora con Ezequiel arrodillado junto a mi…

Le pedí que se la sostuviera para que no se saliera de mi boca, mientras yo seguía pellizcándome mis pezones.

Cuando vi que no solo la estaba sosteniendo, sino que también había comenzado a mover su mano hacia arriba y hacia abajo…., le dije de manera muy sugestiva… no está divina ¿?…, mira lo que es esta cabeza…. Ezequiel estaba muy caliente, se le notaba en su cara y en su mirada…

Sin quitar su mano y sus ojos de la pija de Walter, me contestó. Si…, la tiene muy grande…

Volví a metérmela en la boca y seguí chupando… Ezequiel acercaba su cara cada vez más a la mía y una vez que lo tuve mejilla con mejilla, sin separarnos de la pija, comenzamos a besarnos, hasta que en un momento me despegué de él y le pedí que se la chupara. Me miró e inmediatamente comenzó a chupársela… Era obvio que quería hacerlo…

Walter no se reuso, por el contrario, cerro sus ojos y apoyó su cabeza en el respaldo del sofá.

Yo puse mi boca junto a la de él…, la idea era ir alternándonos para chupársela, pero solo me lo permitió una vez…., hasta que ayudándose con su mano, lo hizo acabar en su boca, tragándose toda la leche…, ni un poquito dejó para mi…

Después de acabar, Walter se quedó recostado…, pero Ezequiél, seguía muy caliente…. Se bajo los pantalones, su verga estaba que explotaba…Me agarró y me sentó en el sofá para cojerme.

Intentó muy torpemente hacer a un lado mi tanga para poder penetrarme, pero como no pudo, me la arrancó de un tirón…

Apoyando sus manos en mis pechos y apretándolos fuertemente, me cojió muy rápido…

Comencé a gemir sintiendo el orgasmo que venía y cuando empezó a acabarme, lo entrelacé con mis piernas para no dejarlo salir…

Después de unos minutos lo solté. Ahí fue donde Walter le dijo…. me chupaste la pija boludo.

Ezequiel no contestó nada. Para que no se sintiera mal y no se arrepintiera de lo que acababa de hacer…, intervine inmediatamente…

Si te la chupó y que ¿?…, cual es el problema ¿?… , te gustó o no te gustó ¿?… no tiene nada de malo. Y vos también se la vas a chupar…, pero después, ahora ya no tenemos mas tiempo…, vístanse rápido…, les ordené….

Sin contestarme…., los dos se vistieron y bajaron al depósito.

Me paré y fui al baño. Luego recogí el corpiño y el vestido que habían quedado junto al escritorio y volví a vestirme…, sin bombacha claro, la tanga rota la hice un bollito y la guardé en mi cartera.

Los quince minutos que faltaban para abrir nuevamente el negocio, me quedé recostada en el sofá. Después de éste primer paso que les hice dar a los chicos, comencé a pensar en mas cosas que iba a hacer con ellos…

He hablado de todo esto con Marcela y me ha dicho que no tengo límites…, que cada día que pasa me estoy volviendo mas degenerada…, no se que piensan ustedes.

Vicky…