Necesito que me folles ¡AHORA!

Íbamos en el autobús escolar rumbo a la ciudad de Hermosillo; era de madrugada y todos dormían menos Teresa y yo que atónita la observaba.

Ella mamaba a un joven compañero del bachillerato y con su soberbio culo, apuntaba hacia a un lado recostada en el asiento; con una minifalda escolar arremangada hasta la cintura y en el asiento contiguo, otro joven muy caliente, observaba las pantaletas de color rosa de ella, atreviéndose a tocar sus nalgas. Ante las caricias, ella empujó su trasero hacia el joven.

Súbitamente, otros tres jóvenes se despertaron y ante la excitante escena, se empezaron a masturbar de pie en torno a Teresa, eyaculando en el rostro de ella; anegándola del nacarado fluido masculino, que le escurría hasta la barbilla; luego, todos volvieron a la carga tras breves minutos de reposo y la follaron con ella tirada en el asiento con las piernas abiertas y otro tanto de semen le fue arrojado dentro de su apretada vagina.

Ante la escandalera de Teresa, el chofer se dio cuenta, aparcando el autobús en medio de la oscuridad de la carretera, yendo a ver qué era lo que ocurría y con la bella joven expuesta ahora con el culo para arriba como perra, a la vez que suspirando le suplicaba al chofer: ¡Fóllame por favor! no pudiendo contenerse el hombre; dándole duramente a mi amiga ante la sorpresa de otras señoritas que junto conmigo, observamos aquella increíble verguiza y los torrentes de leche de todos ellos, escurriendo por el ahora completamente desnudo y bello cuerpo de ella.

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