No es fácil la vida de streamer

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-Y ya está. Con esto, y lo que te he enseñado estos días, estoy seguro, de que triunfarás.

-Pero…, no sé si quiero que me vean, soy demasiado vergonzosa.

-Cariño – respondió Luis, besándole la cabeza -. Lo harás de lujo, estoy seguro. Y ahora, ¿qué te parece si cenamos? Podríamos repasar algunas cosas, mientras.

Se dirigieron al salón, dónde Luis, había colocado un par de platos, con todo tipo de manjares, y dos velas, adornandolo todo. Paola, se asombró. No se acostumbraba a la amabilidad de su novio; y eso, que apenas llevaban un par de meses juntos.

-Luis. Es increíble. Todo tiene una pinta exquisita.

Su novio sonrió, satisfecho. Le encantaban sus elogios.

-Es poco, para lo que te mereces.

Cenaron, repasando algunas cosas para el stream de después; cómo qué postura era la mejor, si tenía que mirar mucho rato a la cámara, o la forma de saludar a sus fieles.

-Esto es importante. Tienes que inventar un saludo inicial, para usarlo en todas las retransmisiones.

-Mmm – Paola, colocó su dedo en la barbilla, pensativamente -. Podría decir: «Hola, coquitos».

-No está mal…

Mientras cenaba, no podía evitar sentir leves retortijones en el estómago por la emoción. Al ser la primera vez, quería que saliese todo a la perfección, por lo que apenas probó bocado. Hecho del que Luis se dio cuenta, pero decidió no darle importancia.

-No pienses en ello…

Por toda respuesta, Paola sonrió. La hora de la verdad, se acercaba.

Eran las once y media de la noche, cuándo Luis, encendía el ordenador, y se introducía en la web, mientras Paola, se lavaba los dientes, y elegía un atuendo acorde para la ocasión.

-¿Qué te parece este?

Casi se le cae la barbilla al suelo. Paola, en el dintel de la puerta, le enseñaba un vestido de lentejuelas, que dejaba un pequeño escote a la vista. Estaba cañón.

-Está… Muy bien… – dijo, mientras, con disimulo, se tocaba la entrepierna. No sabía si los que viesen a su novia, con esa guisa, harían lo mismo en sus casas. A decir verdad, le excitó un poco, pensar en ello.

-Pues decidido…

En realidad, lo que dijo fue: «Puegs decidiglo», no es fácil entender a alguien, mientras se lava los dientes.

-No sé si esto va a ser buena idea…

-¿Decías algo, amor?

-¡No! Bueno, que… Creo que hemos tenido una buena idea…

-Eso espero.

-Bien… Esto ya está – dijo Luis -. Si te parece, estaré aquí abajo. Cualquier duda, te la haré saber desde aquí. Pero, procura no mirar demasiado en mi dirección.

Paola asintió, mientras presionaba el botón de «Live».

-Aún no se ha conectado nadie.

-Ten paciencia. Iran viniendo poco a poco. En el momento en el que veas a una persona, comienza con el saludo inicial.

Luis, dirigió la mirada hacia la entrepierna de su novia. Un pequeño tanga, de hilo rojo, le recordó lo afortunado que era, por tener semejantes vistas.

-¡Ya hay una! «Hola coquitos, bienvenidos a esta…»

Mientras parloteaba con sus nuevos seguidores, Luis, se martirizaba debajo de la mesa. No podía moverse, ya que, de hacerlo, quien quiera que estuviese en el directo, podría verle; y saldrían en todos los medios nacionales. En un momento dado, Paola, se cruzó de piernas, dejando ver su precioso tanga. Con lentitud, Luis, le tocó los muslos, para que se detuviese en esa posición.

-Vamos a jugar a todo tipo de jue… gos… Cómo Fort… nite… O…. Fifa…

No podía creer lo que su novio estaba haciendo. Y, lo peor, es que no le disgustaba en absoluto. Intentó centrarse en sus espectadores, que iban llegando a cuenta gotas. Luis estaba torturándola de un modo aterrador; al sentir sus manos en los muslos, y por pura intuición, abrió las piernas.

-Sí, «Señor disgusto». Habrá también juegos de plata… Ay… forma…

Se reclinó un poco, acercándose al borde de la silla. Con disimulo, observó cómo sus pezones, parecían crecer un poco. Cayó en la cuenta. No se había puesto sujetador. Aquello, iba a ser un desastre.

-Si… Os parece… Comenzaremos con el juego del que todo el mundo… Habla… Voy a instalarlo.

Aprovechó la ocasión, apagó el sonido y se agachó. Luis, sonriendo, le preguntó, qué tal.

-Si sigues así… Me corro en pleno directo…

-Pues parecías estar disfrutandolo…

Le observó mordiéndose el labio. Una sonrisa bastó, para que Luis, captase el mensaje. Paola, volvió a la acción.

-Ya estoy de vuelta. Está a puntito de instalarse.

Comenzó a charlar con sus seguidores. Aliviada, porque Luis, se había detenido. Supuso, que esperaría a que terminase, para abandonar su posición, pero, nada más lejos de la realidad. Al inciarse el juego, su novio, volvió a la carga.

El juego de moda, era de fútbol. Paola, intentó concentrarse, para al menos, ganar una partida on line, pero le fue imposible.

-¡Joder! ¡Metelo! ¡Mira que eres malo!

Luis, era consciente, de que se refería a algo relacionado con el juego; pero aprovechó la ocasión. Apartó el tannga, y se lamió un par de dedos, que, despacio, comenzó a introducir en el coño de su novia. El brinco de Paola, por poco acaba con su plan, debido al ataque de risa, que estuvo a punto de tener. Afortunadamente, se contuvo.

-Aho… Ahora… Ahhh….

Deseaba poder ver su cara de placer, frente a la cámara. Esperaba que lo estuviese grabando para la posteridad. Despacio, aproximó su boca a la miel de Paola. Olía a sexo, y estaba tan mojado, que no pudo resistirse. Apoyó la punta de su lengua, captando su sabor.

-Co… rre por la ban… da…

Poco a poco, su lengua, aceleró. Le daba igual, lo que ocurriese después. Los muslos de Paola, temblaron de placer.

-¡Me corro! ¡Me corro!

Y vaya si lo hizo. Y no sólo para él.

-Mierda, mierda, mierda… – dijo Paola, cortando la transmisión.

-¿Qué tal tu primera partida como streamer, cariño?

No se lo diría en aquél momento. Pero, de ahí en adelante, sólo sería capaz de stremear, con Luis, bajo la mesa, haciéndole un buen sexo oral.