Secretos que quedan en la casa de la playa
Yo, Luis José Arismendi Bello confieso que le partí el culo a mi amigo hetero estando borracho. No me arrepiento y lo repetiría.
Son las 2 de la tarde y no te acuerdas mucho de anoche, quedas viendo el techo, aprovechando de la comodidad de la cama, disfrutando de ese instante de paz hasta que llega a tu mente que te has portado mal y empiezas a arrepentirte aunque tienes la verga parada.
-Maldita sea el ron-Pensé mientras tapaba mi cara como si eso fuera a cambiar algo.
Mi compañero está al lado, ambos estamos desnudos y mientras más pienso mas recuerdo la locura de anoche. Empiezo a percibir el olor a saliva, a sexo y a macho como una bomba que exploto frente a mí.
Mi compañero se mueve y queda dándome su culo, ese al que muchas veces había tocado en broma, pero nunca de esa forma como lo es besarlo, tocarlo y otras cosas mejores.
-Si te agarran preso mano, en la cárcel van a hacer fiesta con ese culito-Recordé una de las tantas veces que nos reuníamos y empezamos a echarle vaina a Pablo.
Mi guevo esta duro, una gran carpa se acaba de hacer en las sabanas y mi mente empieza a dar vueltas.
Estuvimos hasta las 2 o 3 de la mañana en la piscina, y es que de semana santa no tenía nada, éramos un grupo de 20 personas en una casa de playa. Era jueves y este era nuestro tercer día de desmadre y como si 30 cajas de frías (cervezas) no hubiesen sido suficientes para seguir la jornada aparecieron unas hermosas botellas de cacique 1800.
Los orientales siempre hemos tenido fama de bebedores y de verdad que a veces abusamos, ya muchos no habían podido con su cuerpo comenzando la noche y otros que ya estaban de seguro metiéndola en caliente en algunas de las habitaciones. Lo que si es que estábamos alrededor de 10 sobrevivientes en el agua. Unas 4 chicas y 6 panas, jugando cultura chupistica.
El juego consistía en hacer un círculo, elegíamos un tema en especifico y cada quien iba diciendo sin tartamudear, dudar o lo que sea una palabra que no estuviese repetida.
Media hora jugando y ya habíamos acabado con dos botellas, siempre había unos más afectados que otros y dos de mis altos panas no podían seguir, habían perdidos muchas veces y seguidas por que lo que tuvimos que remolcarlos a sus habitaciones.
-Cultura chupistica de djs-Dije-Tiesto.
-David Guetta- Respondió Laura.
-Benny Benassi-Dijo Martin.
-Ruben Rocca-Apenas se le entendió a la flaca que ya estaba en sus límites etílicos.
-Nina kravitz- Respondió Pablo.
-Martin Garrix-Gritó Pepe que estaba bastante ronco.
-Ehhmm Armin… van… -Se quedó pegado el tocayo Luis.
-Trago, trago, trago-Se escucharon de todos los borrachos entre salpiques de agua y otros que trataban de hundirlo.
Y así sucedía una y otra vez, hasta que llegamos al punto que nos fastidiamos y nos empezó a pegar el frio de la madrugada sumado a que todos estábamos borrachos.
Habíamos quedados 5 del grupo dispersos, picando algo y bebiendo agua. Martin se había quedado dormido sentado en una silla y aprovechando que ya estábamos demasiados dañados, subió un grupo a llevarlo a la habitación.
Yo estaba sentado en el borde la piscina con un cigarro en la mano, esperando que se me pasara un poco la borrachera ya que me sentía demasiado, como decimos por estos lares, algo borrao. Pablo que estaba acostado en la grama, es mi mejor amigo y compañero de cuarto y por lo que veía estaba peor que yo.
-Mallldito ¿estas vivo?, no te vayas a dormir ahí-Le eche agua de la piscina-Mira que ya todos se fueron a dormir.
-Estoy bien, deja la ladilla-Rió Pablo.
Espere un rato y me levante, Pablo no se podía levantar. Tuve que apoyarme de una pared para poder controlar mi borrachera y la de él, como pude lo levanté y me dirigí a mi habitación entre tropiezos y escalones que no veía.
Era una casa de tres pisos, nuestra habitación estaba en el primero y cuando llegamos tenía el seguro puesto.
-Coño abran la puerta vale-Toque la puerta, casi que le di una patada pero nadie respondió.
Deje a Pablo que se reía como un demente de mi y no podía ni sostenerse solo. Fui a buscar otra habitación pero ya estaban ocupadas, pude ver a Laura totalmente desnuda al lado de chichi, al parecer el acto había quedado incompleto ellos dos estaban hasta la madre de alcohol.
No les negaré que se me levanto el alma cuando la vi pero si me encargaba de tener algo con Laura se que lo iba a lamentar, con todo y mi borrachera me negué cosa que me pareció un avance de mi mismo, en otros tiempos no hubiese quedado viva.
Subí al segundo piso y esos malditos borrachos por la comodidad no se fueron a sus habitaciones, todos estaban en las habitaciones de otros. Me toco subir otras escaleras con Pablo.
-No le vayas a decir esto mañana a nadie, estoy demasiado borracho-Reía.
En las ultimas escaleras tropezamos y caímos los dos al suelo, la risa de Pablo me tenia irritado provocaba meterle un coñazo. Nos levantamos como pudimos hasta que llegamos a la habitación, lance a Pablo en la cama.
Entre la borrachera, me quite mi short y me lance a la única cama que había en la habitación, caí al lado de Pablo.
-Que no me vomite este pajuo-Le rogué a dios mientras miraba la cara de mi compañero-En ti confió.
Quede viendo el techo, no podía dormirme. El sonido de las olas del mar que entraban por la ventana me estorbaba además que mi compañero se movía mucho y la habitación era algo calurosa.
Espere otro rato dándole chance a Pablo que se durmiera y como no podía dormir, hice lo que siempre hago cuando no puedo hacerlo. Baje mi ropa interior y empecé a darle un poco de alegría al muñeco a nombre de las tetas redonditas de Laura y esa boquita de mamadora.
Cerré los ojos y empecé a imaginarla como metía mi verga entre sus tetas y me hacia una paja lenta, luego que se montaba encima de mi y empezaba a cabalgarme como toda una puta. Escupí la palma de mi mano y le di mejor ritmo al asunto.
-¿estás también excitado?-Sentí que susurraban a mi oído.
Yo casi que salto de la cama, pensé que Pablo dormía. Me tape enseguida con una sabana mientras veía que Pablo sacaba su verga por la cremallera del shore y empezaba a hacerse una paja.
-Estamos en confianza, somos panas-La cara de Pablo denotaba que estaba algo perdido pero excitado a la vez.
-Dale pero que quede entre nosotros-Respondí luego de unos cuantos segundos, dándole chance a que la sangre que llenaba mi pene pensara por mí, agarre su mano y la puse en mi verga de más de 20 centímetros. No es que yo tenga muchos límites.
-Esto no Luis, esto es de maricos-Dijo Pablo nervioso- Los muchachos nos pueden ver.
– Dale marico. La puerta tiene seguro y si no hacemos ruido nadie se entera además todo el mundo está borracho-Volví a apretar su mano en mi verga que más dura no podía estar.
Pero… es que yo… -Dudo por un par de minutos-A mí me gustan las mujeres-Dijo mientras su mano seguía apretando mi herramienta.
-Pajeame vale, la tienes toda para ti. Estamos entre panas-Le susurre en el oído.
Comenzó una paja torpe pero luego de unos minutos en la oscuridad, Pablo se quito de mi lado y se sentó en la cama permitiéndole hacer una mejor paja. Yo estaba excitado, no era Laura pero era una mano que me estaba haciendo perder la cabeza.
-Desnúdate y ponte aquí Pablo-Le dije mientras me quitaba la ropa y me acomodaba. Sentados en la cama, frente a frente y con nuestras piernas entrelazadas Pablo me hacia una paja mientras yo se la hacía a él.
Su verga era más chica que la mía y la sensación de tocar la verga de otra persona te crea cierto morbo. Estábamos sudados y Pablo se notaba igual de ido aunque excitado.
Quise aprovecharme más de la situación y aceleré su paja, me escupí dos dedos y con la mano libre fui jugando con sus bolas y perineo, paseándome una y otra vez siempre agregando más saliva hasta que baje lo suficiente para sentir su culo cerradito.
-Eso no vale, no soy marico-Dijo Pablo sin apartarse ni parar la paja.
-Tranquilo vale, esto es para que la paja sea más sabrosa-Le dije acariciando la puerta de su culito en forma de circulo-Esto no lo sabrá nadie.
El cerraba sus ojos, algunas gotas de sudor caían de su frente y su respiración agitada se podía sentir más.
-Ufff eso no vale-Había metido un primer dedo en su culo mientras seguía con su paja.
Yo en ese momento no pensé mucho como amigo, sino como un carajo con ganas de pasarla bien a costilla del alcohol y de un culito ajeno. Le di un beso, mi primero con un hombre, luego le bese el cuello y detrás de su oreja mientras metía un segundo dedo.
-¿quieres que te la mame?-Le dije a Pablo aumentando la paja que le estaba haciendo-Respóndeme.
-Si, házmela ya casi no puedo más-Me dijo desesperado.
-Primero házmela a mí y después termino contigo-Lo empuje y acomodándonos en la cama, poniendo mi mano en su cuello, dirigí su cabeza a mi verga.
Cuando iba a decir algo, le metí medio guevo en la boca. El protestó pero después de unos segundos se rindió y empezó a tragarse más o menos la mitad que es lo que se podía meter en la boca. Ya lo tenía más que dominado.
Yo con los ojos cerrados disfrutaba de una mamada, no sé cuánto tiempo estuvo así pero cuando agarro practica, lo hacía casi mejor que mi novia, yo casi estaba que botaba la leche pero esto no me bastaba.
Aprovechando que él estaba como poseído y con los ojos cerrados, me coloque debajo de él y empecé a meterle los dedos mientras le hacia una paja lenta en una posición bastante incómoda pero efectiva.
Llego un momento en que mi amigo abandono mi verga y solo gemía muy bajo pero igual lo hacía. No nos importo nuestros amigos en las otras habitaciones, ya íbamos por lo que íbamos y sin barreras. Siempre había sospechado que mi amigo gustaba de mi.
En la oscuridad estábamos los dos sudados y sintiendo el calor de cada uno, dos supuestos heterosexuales probando el maricoteo a tres tablas.
Me levante de la cama y aunque todo estaba en oscuridad con la poca luz que había note que Pablo me veía a la cara, vi sus ojos y leí esa intensidad de su mirada que solo decía una sola palabra, cógeme.
En 4 patas quedando sus rodilla a orillas de la cama, tome de su cintura y lo lleve un poco más atrás para que quedara mas a mi disposición. Aquel hombre de metro ochenta y que no tenía pero ni una gota de grasa en su cuerpo estaba a mi disposición, unas nalgas duritas y bien formadas se presentaban a mí y yo sí que quería disfrutarlas.
Escupí mi mano, lleve mi saliva a mi verga repitiendo dos veces esta acción y luego lo mismo con esa cueva sin explorar que esperaba por mí. Empuje su espalda hacia abajo, e hice que abriera un poco las piernas aprovechando que Pablo estaba haciendo lo que yo le decía. Sentía sus vellos acariciando mi glande antes de meterla y presioné, no entro fácilmente tuve que intentarlo 3 veces más.
-¡Aaaahhhh! me duele-Pablo intento zafarse-No joda, sácala.
-No seas jeva, solo es la cabecita-Le dije.
-Sácala, me duele de pana, suéltame-Trataba de despegarse y lo agarre por la espalda y sin querer el mismo se la termino de clavar-Noooooo, me duele coño de tu madre, sácala.
Yo lo empuje hacia delante quedando su cuerpo acostado en la cama y el mío sobre él con mis brazos cruzados en su pecho no queriendo soltarlo.
-Suuushh-Le decía al oído mientras mi verga se acomodaba en ese caliente y apretado culo-Relájate mi pana, si sigues así va a seguir doliéndote pajuo.
Forcejeo unas cuantas veces más hasta que no pudo conmigo, estuvimos un rato sin movernos, caían las gotas de sudor y yo jugaba con su cuello.
Fue el mismo quien empezó a echarse hacia atrás para meterse mi verga, cuando lentamente se movía en círculos. Al inicio pensaba que quería escaparse pero cuando sentí unos leves gemidos no pude más que empezar a darle lo que quería, sabía que le dolía y le gustaba a la vez.
Saque mi verga y la volví a meter lentamente haciéndole desfallecer, le quite el control con cada metida de verga que le daba. Lo torturé metiéndole la verga lentamente hasta que nuestra excitación pudo más y se activo el sexo animal.
Volviendo en 4 patas lo agarre por la nalgas y empecé a partirle el culo como dios manda. El no dejaba de morder la almohada para disimular los gemidos los mismos que yo escuchaba perfectamente.
Al día siguiente no podría caminar de la cogida que le estaba metiendo, un macho deportista como lo era Pablo, que estaba recibiendo verga de mí, su mejor amigo.
Cuando note que quería echar la leche, le agarre las manos en la espalda y apoyándome seguí penetrándolo. Su culo ya estaba abierto, ninguna de mis novia se había portado tan puta como él, primera vez que probaba un culo y eso me tenia loco.
Cambiamos de posición, me coloque sus musculosas piernas en los hombros, cuando se la metí empezó a gemir muy duro y empecé a taparle la boca con una de mis manos.
Pablo era más susceptible a esta posición y con cada metida, desfallecía. No encontraba qué hacer con tanto placer y supongo que dolor.
-Dame más Luis-Gemía.
Aprovechando que estaba totalmente excitado y descolocado, le empecé a dar más rápido metiendo toda mi verga sin contemplación. Si me iba a portar mal debía hacerlo por lo más alto. El repiqueteo de nuestras pieles inundaba la habitación junto con los sonidos que salían de la boca de mi amigo.
En la misma posición, agarre sus piernas por detrás de las rodillas y las empuje lo mas que podía a su pecho, quedando a mi total disposición todo su agujero para ahora darle duro, Pablo no aguantaba tanto lo que me llevo a seguir jugando con él.
Colocaba mi glande en toda su entrada y la metía muy despacio, iba y venía.
-¿quieres más?-Le decía a Pablo, el me respondía con leves gestos en su cara como esperando que la metiera hasta el fondo pero no lo complací.
Metía mi glande y hacia círculos en su apretado culo dejándolo picado. Ya este no era mi mejor amigo sino una putita, una perra a mi disposición. Su culo envolviéndome el glande y hasta apretándomelo era de los mayores placeres de mi vida.
Cuando meti gran parte de mi verga, echo la cabeza hacia atrás abriendo su boca y soltando todo el aire de sus pulmones. Esa imagen aunque en la oscuridad nunca se me borrara de mi mente.
Volví con el mete y saca, haciéndolo gemir de nuevo. Metía toda mi verga en ese culo, el mejor puto sexo de mi vida y sin planificar.
Acelere mis movimientos, ese culo apretado era una nueva sensación para mí y aunque encontraba resistencia esto me daba el mayor placer que ni mis novias habían podido darme. Desde ese momento comprendí que una de mis metas en la vida era disfrutar las variantes del sexo, sin tabúes y sin tantas limitaciones.
Mi verga salía y entraba tan rápido de ese culo recién desvirgado y la cara de mi amigo solo decía una cosa cógeme duro. Su verga seguía igual de dura que al inicio, empecé a masturbarla con una de mis manos y sentí como su presemen la había bañado.
-Que rica perrita, estas toda mojadita-Le dije a Pablo.
Sentía sus venas en mis manos y la dureza que tenia, estar masturbando a alguien tan cercano y cogiéndolo a la vez, me puso tan malo que sin querer, empecé a botar toda mi leche en ese culo mientras sentía que casi me desmayaba encima de él.
Con cada descarga sentía que desfallecía. Segundos después brotaba de la verga de Pablo una gran cantidad de leche que le baño sus abdominales y el pecho. Caímos en ese trance con cada contracción y nuestras respiraciones hacían eco junto a las olas del mar.
Me olvide del mundo mientras el orgasmo todavía hacia efecto en mi y poco a poco fui recuperando la cordura.
-Ay maldito, con cuidado-Dijo Pablo cuando casi desmayado había sacado mi verga de su culo.
Yo quede encima de mi amigo, bañándonos en su leche y nuestro sudor. Nuestras respiraciones estaban agitadas y nos dimos un beso corto pero más por cordialidad que por otra cosa.
Y ahora estaba yo, en esta cama a las 2 de la tarde de nuevo excitado y con un culo a mi lado. No sabía cuando nos acomodamos para dormir pero tenía ese recuerdo vivo con Pablo.
Vi ese culo de gimnasio saludándome. Con cuidado acaricie su nalga izquierda y luego metí un dedo en su culo dilatado, sacándolo algo mojado supongo que de mi leche.
Pablo se volteo a verme y también tenía una erección, hicimos contacto visual y de una fuimos de nuevo a probar nuevas cosas.
Así empezaron los juegos con mi mejor amigo Pablo.
Como siempre comenta y valora, tengo otras publicaciones pero ando full con el trabajo.
Gracias por el buen recibimiento de mi relato sobre Las aventuras de Danielito, pronto vendran más.
Besos en la espalda.