Sexo duro en la estación de tren ¡Inolvidable!

Un viernes estaba en la estación del ave de Valencia esperando a una amiga que venia de Madrid. Iba vestida muy sexy con un vestidito entallado negro que resaltaba mi figura, en especial mis tetazas y mi culo. También llevaba zapatos de tacón para disimular mi 1.60 m de estatura. Arreglada como estaba no aparentaba mis 42 años. En la estación había un hombre de más de sesenta años con su esposa. Una rubia de vote entrada en carnes. El hombre era alto y robusto y me miraba permanentemente. En un momento necesite ir al baño. Al salir estaba el hombre que me intercepto y se puso a hablarme. Me dijo, mujer tienes unas tetas hermosas. Cuando me cobras por dejar que te las coma. Al principio me quede petrificada. Luego le dije, mi tarifa son quinientos euros. El hombre saco el dinero de su cartera y me lo dio. Tras lo cual, vamos al baño de discapacitados.

Entramos y me hizo quitar el vestido. Despues se puso a comerme las tetas unos cinco minutos. Después se quito los pantalones y los calzoncillos y me puso la polla en la cara. No hubo necesidad de que me dijera lo qué quería, entendí que me estaba invitando a que se la mamara, y así lo hice. El hombre tenía la polla tan grande que con mucha dificultad logré metérmela en la boca. Tenía que abrir la boca todo lo que podía para poder introducirme solo el glande. Le lamía la polla de la cabeza hasta la base. Al poco tiempo me hizo apoyar en la pared dándole la espalda y se puso a comerme el coño. Después se metió los dedos en la boca y después me los metió en el culo, primero un dedo, después dos y finalmente cuatro. Allí tuve mi primer orgasmo.

Después de esto, el hombre se puso a follarme por el coño. A pesar de que yo estoy acostumbrada a comerme pollas grandes, sentí que la polla me entraba con un poco de dificultad. Luego se sentó en el retrete y me dijo que me sentara en su polla. Le obedecí. Comencé a cabalgar sobre esa descomunal polla y sentía como se me introducía toda. Eso me excitó al máximo.

Cuando sentí que me venía otro orgasmo comencé a moverme más rápido y la sensación de placer fue indescriptible. Después de eso, el hombre me ordenó que me pusiera en cuatro patas. Sentí que me escupió en el culo y luego me metió un dedo. Después sentí que me metió dos dedos. Volvió a escupirme en el culo, sacó sus dedos y puso la cabeza de su enorme polla en la entrada de mi culo.

Luego, poco a poco fue metiendo la polla en el culo. Metía un poco y se detenía unos segundos. Yo pensé que ya me la había metido toda, pero no sabía que solo había metido la cabeza. Cuando me la metió toda sentí como si me estuvieran partiendo en dos y solté un grito. Al mismo tiempo sentí un inmenso placer y comencé a moverme y a retroceder para que me entrara más polla.

Él se puso a follarme por el culo mientras me mordía el cuello. Además, me decía muévete puta de mierda, cómete la polla. Así llegue a un tercer orgasmo. El hombre siguió bombeando. Me agarró fuerte las tetas con ambas manos y me apretó contra él. Entendí que se estaba corriendo. Sentí que me llenaba de semen, pero el semen no paraba de salir. Sacó su polla de mi culo y la vi que estaba bañada con una mezcla de semen, mierda y sangre. El tío realmente me había roto el culo.

Entonces me dijo, Chúpame la polla, puta de mierda, déjamela limpia. Yo le chupe la polla hasta dejársela bien limpia. Entonces el hombre me dio las gracias a lo que respondí, no, gracias a ti, esto ha sido maravilloso. El hombre se fue del baño y yo me lavé el coño y el culo, que me ardía y sentía como si me lo hubiera dejado abierto. Pero me sentía en las nubes. Me vestí y salí del baño. Mi amiga estaba esperando enfadada por que yo no estaba y tampoco le cogía el móvil. Le dije vamos a casa y te explico.