Soy la zorra de papá y por fin me da mi lechita

Papá me da leche todos los días.

Soy Andrea, tengo 19 añitos y lo que más amo en mi vida es mamar la leche y el culo de papá.

Contarlo a Uds. ya me excita y mi coño se moja. Quiero ser ensartada por su verga. Deseo que regrese a casa, para ser su perra puta, como él me está enseñando.

Digamos que soy una alumna muy aplicada y lo espero vestida muy sexi para provocarlo. Siempre resalto mis tetas porque sé que lo enloquecen.

Tenemos sexo varías veces por semana y dormimos juntos, yo desnuda porque le gusta sentir mi cuerpito junto a él.

Algunas noches, me despierto al sentir que me está follando.

No respeta mi descanso.

Si se desvela, viene sobre mí y me penetra.

Es raro despertarme con su verga dentro de mi cuerpo, bombeando con fuerza y golpeando el cuello de mi útero, hasta llenarme con su leche.

Yo, somnolienta, lo dejo hacer y cuando la saca y me toma entre sus brazos, me acurruco y vuelvo a dormirme. Es como si me violara. Pero me calienta. Soy de orgasmo fácil, disfruto follando. Y amo a papá. Y él me cuida y me hace disfrutar.

El resultado es que a la mañana siguiente tengo los muslos y el coño con semen medio seco y pegoteado.

Antes de levantarnos me pregunta:

-Mi puta quiere tomar su mamadera ahora?

– Si, quiero tu leche calentita papito-

Entonces me da mi mamadera que mete hasta mi garganta y yo, medio atragantada y sintiendo fuego en mis entrañas, chupo con fuerza y me trago toda esa leche que descarga para mi al tiempo que empuja mi cabeza hasta que mi nariz se aprieta contra su pubis.

Con la otra mano excita mi clítoris, tira y retuerce el arito y, aunque me estoy ahogando, me corro en un orgasmo fuerte que aumenta cuando papá permite que pase un poco de aire. Siento un estallido en todo mi cuerpo que me hace arquear al máximo alternando con pequeñas convulsiones. Toda fuego y placer, gracias a mi padre.

A él no le agrada que vaya directo a bañarme, sino que prefiere que desayunemos juntos, mamá incluida.

Dice papá que emano un olor exquisito a hembra bien follada y a la mezcla de nuestros fluidos.

Los fines de semana, es frecuente que después del desayuno nosotros dos volvamos a la cama, mientras mi madre prepara el almuerzo y ordena la casa.

Son mañanas largas, calientes, sin apuro, de besos, caricias y buenas folladas.

Me folla por la vagina, por la boca o por el culo. También le gusta eyacular sobre mi cara o entre mis tetas,haciéndome una buena rusa. Siempre dejando semen sobre mi piel, que yo extiendo con mis manos y finalmente, chupo mis dedos provocativamente invitando a más.

Y algún fin de semana sin ninguna actividad fuera de casa, no me deja bañar hasta el lunes de mañana. Si quiero puedo vestirme con ropa liviana, siempre con su semen en varias partes de mi cuerpo, incluso en mi cara. Yo me lavo los ojos con un copo de algodón y por supuesto las manos y dientes. Hasta me gusta estar así, con la leche de papá en mi piel acumulándose durante dos días y su olor impregnado en mi cuerpo y en mi pelo, que luce pegoteado. Mami dice que soy un asco y debería bañarme, pero papi dice no, y él es quien, naturalmente, manda en casa.

Hoy avisó que viene con un amigo y me va a compartir con él.

Será una nueva experiencia. Estoy excitada. Me mojo de sólo pensarlo.

Cuando llegó David, la cena fue breve y después estuvimos todos conversando un rato y saboreando un café.

Mamá se despidió y se fue al cine y a dormir en casa de una amiga, según dijo.

David, no podía quitar sus ojos de mis tetas Son bastante grandes, firmes y los pezones se proyectan hacia adelante. Me vestí con una blusa de seda suave y corta, sin sostén. Se marcaban bien los aritos que llevo y se que mi aspecto era muy sexi. El hombre estaba empalmado y yo divertida provocando, con movimientos y miradas insinuantes.

Bueno David, vamos a usar entre los dos a mi puta, invitó mi padre.

Me desnudé lentamente frente a los dos y me quedé de pié, con las piernas un poco separadas, para que apreciaran mi depilado coño, donde también llevo un aro. Me estaba mojando y mi clítoris comenzó a latir.

Vamos amigo, mi puta está caliente para nosotros.

Ambos comenzaron a manosearme por todos lados. Cuatro manos ansiosas recorrieron todo mi cuerpo, jugaron con los aros y me hicieron sentir calor y deseo.

Follenme, por favorrrrr, yaaa, pedí entre suspiros, con la respiración y mis sentidos alterados.

David se desnudó rápidamente, me tomó de las caderas y me levantó. Engaché mis piernas en su cintura y me clavó su verga en mi empapada vagina. Lo sentí presionando el cuello de mi útero mientras chupaba mi boca y bajaba por el cuello.

( me dejó varios moretones,que luzco con orgullo de mujer bien follada).

Los dedos de papá masajearon brevemente mi culo y puso lubricante. Su verga larga y gruesa se apoyó en mi entrada trasera y de pronto empujó y me enculó. El dolor me hizo gritar y ambos hombres comenzaron a moverse mientras yo gritaba con el cuerpo mojado de sudor.

Fue una doble follada impresionante. El placer incomparable. Tuve un orgasmo prolongado, con los espasmos recorriéndome toda.

Los dos hombres eyacularon y sus vergas se desinflaron un poco.

El primero en salir fue mi padre, causando esa conocida sensación de defecar, que me obliga a apretar el culo.

Después David me dejó sobre la cama.

Me puse de rodillas para limpiar las vergas con mi lengua, como mi padre me enseñó primero David, por ser la visita y después papá. Dos vergas para mi!

David, más joven, se empalmó durante la limpieza a lengua.

Cuando terminé con papá, me vine hacia él y comencé a jugar en sus huevos con mi boca. Los chupaba fuerte, para meterlos adentro y hacerle sentir que los tragaba.

Y despacio, siempre lamiendo y escuchando sus gemidos, me acerqué a su culo.

Papá me hizo una seña para que se lo trabajara profundo y lo hice a conciencia.

Lo abrí con mis dos manos y metí mi lengua lo más adentro posible, mientras la movía en círculos, alternando con fuertes succiones. Sus gemidos me calentaban y le daba a su culo la mamada de su vida.

Mi padre se acercó y tomó la verga de David primero con su mano, para hacerle una paja, pero después, ante mi asombro, se la metió en la boca, haciendo una mamada rápida, porque el hombre no pudo aguantar más, entre la boca de mi padre en su verga y la mía en su culo descargó su leche entre gruñidos y gemidos de placer. A papá le produjo arcadas, pero David le apretó la cabeza, de forma que tuvo que tragar. (tu te lo buscaste,papi)

Y después, lo increíble. Mi padre metió su verga en el culo de David que gritó, aunque yo lo había dejado lubricado con mi saliva y abierto de todo el trabajo que le hice.

Lo penetró sin piedad, mientras yo le ofrecí mi culo a David para lamer y chupar,lo que hizo con una fuerza rabiosa, producto de la mezcla de dolor y placer en su culo y así follamos los tres, entre quejidos, gemidos y palabras que no se entendían.

Tuve fuerzas para tomar unas fotos del esfínter anal de David recién follado y goteando semen. Estaba hermoso, hinchado y un poco abierto. No me reprimí y lo lamí y chupé nuevamente, a pesar de sus protestas que cesaron rápido cambiando por suspiros y gemidos.

Estimados lectores:

Mi conclusión es:

Soy una perra muy caliente y mi buen padre me entrena para que adquiera nuevas habilidades sexuales. Me excita mamar el culo, los huevos y la verga de los hombres y sentir cómo los enloquezco y caliento. Y, por supuesto, como buena puta, que me follen por todos lados y me empapen con su leche.

Y hoy disfruté el sabor de una leche nueva, de otro hombre. Rico…….muyyy rico.