Sexo con la hija de mi pareja

Valorar

Me llamo Santiago, tengo 42 años, trabajo en una empresa de electrónica, tengo novia se llama Adriana tiene mi misma edad, es muy inteligente y linda, gran sonrisa, bello pelo negro y brillante, pechos normales y nalgas de infarto. Estoy muy enamorado pero no me meto en el matrimonio porque tiene una hija se llama Camila tiene 20 años. Amo a Adriana pero su hija es una auténtica bomba también de pelo negro y test blanca como la madre, su rostro tallados por los angeles, muy linda, una figura delgada espectacular, envidia de cualquiera y deseada por cualquiera, poco pechos pero unas nalgas enormes y firmes es imposible no mirarla, cuando la conocí me costaba mucho no fantasear con ella y mi novia esas noches me decía que teníamos los mejores polvos y si pensaba en su hija.

No me casé y tampoco convivíamos juntos así me alejaba del deseo que me provocaba mi hijastra y no me preocupaba por su padre ya que hasta la niña lo odiaba y no lo veía. A mi gran plan le surgió un problema enorme, me llegó una delegación por trabajo y era lejos de mi casa, debía levantarme muy temprano y me quedaban muy mal los horarios y había una solución convivir con mi novia y mi hijastra debido a que viven relativamente a 1 hora de distancia de mi y así con esa reducción no se me complica tanto la nueva delegación.

Di la noticia, todo fue felicidad y empezamos a convivir.

Me instale y vivía empalmado, no sabía si tenía una polla o una piedra entre mis piernas no la pasaba bien y era difícil ocultar mis erecciones, además Adriana se fue de joda con sus amigas y no volvería hasta el otro día, el fantasear con mi hijastra sería lo único que haría.

Pudimos cenar normal y rápidamente me fui a la habitación, fue tan rápido que llame su atención y Camila fue a mi habitación, entró y me pidió para quedarse un rato ahí conmigo hasta que se durmiera no podía rechazarla, yo leía un libro de historia colonial y Camila solo miraba su celular, no podía concentrarme en la lectura teniendo a tremenda hembra al lado, vestía camiseta muy ajustada y un short más suelto pero corto ambos de color blanco.

Me acosté y nos pusimos a hablar sus nalgas estaban al lado de mi cara eran una enorme tentación, mi polla flipaba tiraba de la tela del short que vestía yo.

-No te duermas que te estoy hablando me decía – y yo quería responderle si no te dormís te voy a follar-

– Seguro es por levantarte a cualquier hora- ella me dio la razón y siguió hablando de otras cosas ni la escuchaba pero no me dormía porque mi polla era de piedra durísima-

Decidí abrazarle las piernas mientras hablaba

-Me querés masajear los pies?

– No- le dije bien seco y respire muy profundo y la abracé más fuerte

– Bueno entonces me voy a acostar acá- dicho esto, se quitó el sujetador y sus pezones se marcaron en la camiseta y se deslizó sobre la cama dejándome sentir en el brazo sus nalgas y el resto de su cuerpo, termino poniendo su cara en mi brazo.

Quedé sin reacción, sorprendido, la tape y solo le dije

-Estas bien así?

Mi hijastra respondió que si, nos quedamos mirándonos a los ojos y me dijo

-Sos muy bueno

-Gracias tengo mis momentos- le contesté

– Sería muy lindo si me volves a abrazar- inmediatamente lo hice, es más le roce un pezón y además le dije

– Vos también podés hacerlo – acto seguido paso su brazo por mi pecho y lo dejo en mi espalda.

Nuestros cuerpos se acercaron a un más, nuestros rostros estaban muy cerca, sentía su respiración, pero más importante era lo que pasaba abajo, nuestras piernas estaban casi pegadas, y mi polla de su coño estaba muy cerca, solo estaban separados por la ropa, que en mi caso mi short parecía que se iba a romper con la excitación que llevaba.

-Vos también sos muy buena tanto hija como persona- le continúe diciendo

– Nose a veces me comportó muy mal

– Como hija sos muy buena, amable y educada y es raro ya que las chicas sexys suelen ser hermosas por fueras y no malas pero si vacías, como que no tienen nada más que ofrecer

– Okey está bien ganaste, soy buena

Nos reímos, la estábamos pasando muy bien, empiezo acariciar su panza, voy subiendo hasta su camiseta que empiezo a mover, descubro sus pezones marrones, al apenas tocarlos se notaba la dureza, mi hijastra se dejaba hacer y yo iba pasando mis dedos de pezón a pezón, acariciándola en círculos, pero de momento a otro se apartó de mí.

-Y mamá?- pregunto con desesperación-

– Después se lo decimos- dije con toda comodidad, sabía que a Adriana no le iba a gustar pero no se iba a cabrear tanto, ni siquiera corría peligro nuestra relación-

– Lo siento, solo quiero dormir- acto seguido, se dio vuelta y se tapo con las sábanas para dormirse, después de unos minutos termine haciendo lo mismo-

Al otro día me desperté y al levantarme le dije que ya era de día, sin besos o caricias seguimos el día hasta que Adriana llegó, pasaron varios días sin nada importante hasta una cena interesante, Camila le hablaba a su madre para que saliera y está era muy insistente, pensé que quería dormir conmigo de nuevo y esta vez llegar a más, Adriana continuaba convencida de no salir con sus amigas y me incentive a ayudar a mi hijastra.

-Podemos ir al parque con tu hermano y su familia y almorzar allí- Le dije a mi novia-

– Si me parece excelente- contestó y Camila no emitía palabra hasta que dije

– Total, vos vas primero hasta que Camila se preparé y yo terminé de organizar la casa, lo más rápido posible estamos allá

Mi novia se puso muy feliz y llamo a su hermano, Camila no emitió palabra aunque mostró una sonrisa en su rostro, eso me emocionaba.

Después de la cena mi hijastra me interceptó en mi habitación.

–Vos pensás que me quería quedar sola con vos? Solo quería salir con mis amigas.

Su respuesta me dolió pero conteste rápido- Umm que pena creo que la hubiéramos pasado bien- sin aclarar si era sobre el día en el parque o sobre el quedarnos solos en casa-

Finalmente el día llegó, nos levantamos temprano, desayunamos y mi novia se fue a esperar a la familia de su hermano mientras mi hijastra y yo nos quedamos solos en la casa, fui a la cocina donde estaba terminando de desayunar mi hijastra.

-Ya estamos solos, voy a estar en el living- ella no me respondió y después dijo

Me voy a duchar pero te aclaro que no quiero compañía – le dije okey mientras se iba por el pasillo, me estaba desilusionando pero tampoco iba a verla desnuda sin su consentimiento, me dispuse a acomodar la casa para que todo quedará en orden antes de irnos, Camila salió de la ducha con una toalla y no dijo nada, yo ya me había cambiado poniéndome bermuda y chomba, estaba casi listo habiendo acomodado sobre todo la cocina y Adriana ya me había mandado mensaje que ya había llegado y que le avisé cuando estuviera cerca en eso mi corazón dio un vuelco cuando mi hijastra desde su habitación me llamó

-Santi venís un segundo por favor

Fui volando, muy entusiasmado, al llegar a la habitación me encontré a mi hijastra dándome la espalda, mostrándome sus enormes nalgas solo cubiertas por una braguita negra muy finita, de solo ver eso ya estaba excitado, arriba tenía un top negro con cremallera en la espalda, se notaba que atrás tenía un sujetador era blanco

-Que necesitas? -Pregunte acercándome a su cuerpo

– Que me ayudes con la cremallera- lo tenía cerrado hasta la mitad, de ahí que estaba desacomodado y se veía su sujetador.

Se lo cerré fácil, no parecía estar trabado, mi hijastra dio un paso hacia atrás y apoyo sus nalgas en mi entrepierna, mi polla se puso tan dura como la noche que dormimos juntos.

-Deberías bajarlo y subirlo hasta que se arregle- dijo dando vuelta su cabeza y abriendo sus ojos muy dulcemente, ella no hablaba de la cremallera en serio quería hacer esto y yo no iba a desperdiciar la oportunidad.

–Así está mejor dije- había puesto mi mano bajo su braguita y estaba tocando su coño-

La respuesta de mi hijastra fue clara apoyo su cabeza en mi hombro y se rindió al placer, pase mis dedos sobre sus labios vaginales pude sentir lo suaves y finos que eran, introducí un dedo, lo fui moviendo un poco hasta meter otro, saque las manos para decirle

-Me parece que tú sujetador también tiene un problema

Ella no respondió pero dejo que le sacará el top, moví el sujetador y libere sus senos, se sentía muy bien tocarlos, cálidos y eran acariciables, su piel muy suave contrastando con sus pezones rozados bien duros, con una mano tocaba uno de sus senos y con la otra jugaba con mis dedos en su chochito, se dio vuelta me miró de nuevo a los ojos pero está vez tenía una mirada como poseída y en eso me besó en los labios, fue electrizante y en parte muy esperado por mí, le respondí el beso y se acostó en la cama terminando de quitarse el sujetador y su braguita.

Mi hijastra que se volvió rápidamente en un deseo estaba desnuda frente a mi acostada en su cama y esperándome, me saque también mi ropa y me acosté con ella, chupe sus pezones que tantas ganas me habían quedado la otra noche, pase mi lengua alrededor de esos pezones, luego sobre ellos y también los bese y jugué un poco con mis dientes, con mis manos seguí tocando su coño, de arriba abajo, ella abría las piernas de par a par, estaba muy excitada y yo también, continúe con sus senos y luego baje a su chochito, lo vi por primera vez, su color rozado igual que los pezones y parecía muy pequeño, dándome esa inocencia que ella también mostraba en su cara, metí mi lengua y la pasé por cada rincón, mi hijastra me regalaba gemidos y yo lentamente pasaba la lengua por todos los sectores, incluyendo su clítoris, al llegar ahí mis movimientos fueron más lentos y su placer más fuerte mientras con mis manos tocaba sus nalgas y su pezón, ya me había sacado las ganas de probar su coño y ya la había lubricado, acerque mi polla a su entrada, la mire, su cara era completamente de deseo con sus ojos esperando a sentir más placer y así sería, fui penetrando lentamente hasta meter toda mi polla dentro y moverme a la misma velocidad para luego aumentar la intensidad, cuando pensé que me estaba follando a mi hijastra, lo hice más fuerte, no sabía cuántas oportunidades tendría para hacerlo de nuevo, tocaba sus pezones, que se movían al ritmo de mi follada, ella estaba completamente abierta de piernas y gimiendo, disfrutando de la follada que le daba su padrastro, mantuve ese ritmo feroz mientras la daba vuelta, ella se puso de perrito y seguí follándola tocando sus grandes nalgas, era un placer, le di unos manotazos despacio y suaves, en los que gimió más fuerte, mantuve un ritmo entre follada y nalgadas, ella quedó acostada boca abajo, me acomode bien y continúe, ella levanto la cabeza y siguió gimiendo, eso me dio más inercia para aumentar la intensidad, termine acostándome a su lado y seguí follándola tocando sus pezones, estaba a punto de acabar y me puse frente a ella y acabe en su panza, fue un lindo momento, volví acostarme a su lado, mi hijastra me abrazo y me regaló una enorme sonrisa, luego le mandé un mensaje a su madre diciéndole que había transito y por eso estaba demorado.

Después de reponernos, nos pusimos la ropa y nos fuimos, decidí parar en el camino, total ya había perdido bastante tiempo y le compré un anillo de compromiso a mi novia y ese mismo día en el parque se lo propuse, por suerte acepto y pronto sería mi esposa y oficialmente tendría una hijastra.